Tras desvelarse el precio oficial tanto de Xbox Series S (300€) como de Xbox Series X (500€), una idea parece generalizada en la comunidad, sabiendo el hardware que va a montar la next gen, son unos precios más que competitivos.
Esta suposición ha sido confirmada por Jeff Grubb (editor en VentureBeat y que lleva filtrando un montón de noticias sobre el mundillo en los últimos meses), quién afirma con rotundidad que Microsoft al poner estos precios va a palmar pasta con cada venta de una consola Series X y mucha pasta con la de Series S.
Parece clara pues la apuesta más que agresiva por parte de Microsoft a la hora de intentar empezar con buen pie esta nueva generación.