La Organización Europea de Consumidores (BEUC), que agrupa a 44 organizaciones de consumidores europeas, ha presentado formalmente una queja a la Comisión Europea contra Nintendo por «obsolescencia prematura».
El motivo de la queja es el infame Joy-Con drift, que sucede en un alto porcentaje de los mandos de Switch y provoca que la palanca analógica se active hacia alguna dirección en la posición neutra. Este fallo es conocido desde hace años, pero Nintendo no lo ha arreglado en ninguna revisión de los Joy-Con y solo ha ofrecido reparaciones gratuitas en algunos países.
La BEUC ha recibido más de 25 000 quejas de consumidores desde el lanzamiento de Switch y asegura que en el 88 % de los casos, los mandos empiezan a fallar antes de usarlos durante dos años.
La BEUC pide una investigación de la Comisión Europea que obligue a Nintendo a corregir los fallos prematuros de su producto. Hasta entonces, la BEUC cree que Nintendo debería reparar gratuitamente los mandos defectuosos y que los consumidores deberían ser informados de la limitada vida útil del producto.
Los consumidores asumen que los productos que compran duran un tiempo adecuado según las expectativas justificadas, y no que tengan que pagar costosas sustituciones por un defecto técnico. Nintendo debe aportar ahora soluciones adecuadas para los miles de consumidores afectados por este problema.
Ya es hora de que las empresas dejen de sacar al mercado productos que se rompen demasiado pronto. La creación de residuos electrónicos innecesarios va totalmente en contra de los objetivos del Pacto Verde Europeo. Para ayudar a combatir este problema y ayudar a los consumidores a tomar la decisión correcta de compra, los fabricantes deberían estar obligados a proporcionar información previa a la compra sobre la durabilidad de los productos para ayudar a los consumidores a tomar decisiones más informadas y sostenibles.