82 millones de dólares es la cantidad que el juez obligará a pagar a Sony por no acatar un contrato que tenía con la pequeña empresa de electrónica Immersion. Los problemas llegaron con el uso indiscriminado de la patente de sensibilidad táctica de los Dual Shock y su compatibilidad en 47 juegos sin el consentimiento de sus creadores.
Por suerte para Sony, no infringió el contrato sino que sólo se excedió en el uso de la patente lo que le ha librado de pagar el triple de lo que finalmente se dictaminó en el juicio. Sin embargo, la compañía japonesa ha anunciado su decisión de apelar, asegurando que los casos de patentes están llenos de tecnicismos y que sólo esta vez estarán a favor de Immersion.
Fuente: Meristation
Conclusión: Sony no es una buena empresa...