Información | |
---|---|
Género: | Acción, survival horror |
Desarrollador: | EA Redwood Shores (Visceral Games) |
Editor: | EA |
Nº de jugadores: | 1 |
Lanzamiento: | 24/10/2008 |
Plataformas: | Xbox 360, PS3 y PC |
Aprovechando que EA Play llegó a Game Pass hace poco, lo primero (y hasta el momento único) que decidí jugar del catálogo fue Dead Space. Aquel juego que 12 años antes me dejó con tan buen sabor de boca en XBOX 360.
Bienvenidos a bordo de la USG Ishimura
La nave de extracción planetaria USG Ishimura ha dejado de dar señales de vida y ante la preocupación se envía a la USG Kellion para investigar lo sucedido. Entre los miembros a bordo se encuentra el ingeniero Isaac Clarke.
Isaac no está ahí por casualidad, su pareja Nicole (que trabaja en la Ishimura) le envió un extraño vídeo antes del silencio así que se ofrece voluntario para investigar que está ocurriendo con la nave extractora.
Así que llegan a la nave, aterrizan sin problema y descubren que todo era un fallo en las comunicaciones, Isaac se encuentra con su novia, se ríen por la confusión y echan el polvo de sus vidas... Obviamente no XD.
Nada más llegar sufren un accidente que inutiliza la Kellion tras un aterrizaje forzoso y si eso ya es malo, entrar e investigar porque nadie responde y todo está apagado y en silencio es incluso peor.
La nave ha sido invadida o atacada por unos monstruos y claramente son los responsables del caos y el horror que ahora gobierna la Ishimura. Ahora, además de buscar supervivientes y salir de allí, también tendrán que sobrevivir.
El argumento, al más puro estilo Horizonte Final sigue funcionando de maravilla a día de hoy. Todos los sucesos ya han ocurrido y la labor es ir recogiendo las pistas para saber cómo se llegó a eso sumado a los problemas que van surgiendo a los protagonistas.
Súmale un trasfondo interesante y el par de giros de guión de turno (igualmente disfrutables pero obviamente no tan sorprendentes cuando ya lo has jugado) y te seguirá quedando una narrativa e historia prácticamente atemporal.
Twinkle, Twinkle, little star ♫
Si hay algo que me gusta más que el argumento de Dead Space, es su ambientación. La ciencia ficción espacial está muy bien pero una nave espacial abandonada, medio apagada y plagada de monstruos asesinos la hace mucho mejor.
Al separarse del par de compañeros vivos al inicio del juego, Isaac deberá avanzar por la Ishimura por sí solo. La mayor virtud Dead Space es la de jugar con ruidos e iluminación precaria en algunas zonas así como mostrar cadáveres, manchas de sangre y elementos destrozados para estar siempre alerta.
A eso le suma la propia variedad de las secciones de la nave (ingeniería, ala médica, zona de cultivos, etc) así como secciones en el exterior o en gravedad cero que, combinando con los distintos enemigos hacen que nada acabe siendo un lugar tranquilo.
Además la estructura está muy bien montada puesto que a cada zona se llega por monorraíl para solucionar algún problema concreto de esa sección, así no abusa del backtracking y sabes que si has pasado por un sitio y no ha pasado nada a la ida, pasará de vuelta al monorraíl.
¡A las extremidades!
Hasta ahora todo esto está muy bien, pero ¿cómo se juega? Bueno, pues como todo shooter en tercera persona el protagonista lleva unas cuantas armas con las que defenderse de lo que vaya saliendo. Estos soltarán munición o botiquines y así se podrá ir avanzando. Lo normal.
Ahora bien, una mecánica muy interesante que plantea el juego son los puntos débiles de los enemigos. Si bien el instinto te grita ¡a la cabeza! en los primeros compases del juego te dicen que no, que disparar a sus brazos y piernas (o garras, o tentáculos, o lo que sea eso) es como se matan.
Claro que la palabra correcta no es disparar sino cercenar, de esta manera además del daño que se le hace se les puede ralentizar y aunque no todas las armas sean lacerantes la práctica totalidad de los enemigos sigue el mismo patrón.
Bien es cierto que no todas las armas parecen igual de útiles (otra cosa es que se adapten a cada tipo de jugador) pero con cualquier combinación que se tenga y las habilidades cinéticas se puede derrotar a cualquier enemigo.
¿No lo había dicho? Tienes un par de habilidades cinéticas, una para ralentizar objetos (como aspas de ventiladores, puertas que se abren y cierran demasiado rápidas para pasar...) y otra de telequinesis para poder mover y lanzar objetos (útil sobretodo con bidones explosivos).
Estos los tienes gracias a tu traje, el cual se puede mejorar comprando actualizaciones en los terminales repartidos por el juego para tener más espacio para munición, botiquines y otros objetos, así como tener más resistencia.
Que, por cierto, la utilidad del traje va más allá del inventario y supone presentar uno de los mejores menús de juego que recuerdo a modo de holograma que sale directamente del propio traje.
También puedes mejorar tus armas usando unos nodos de energía que estarán por ahí repartidos aunque también se podrán comprar. Así, no sólo puedes personalizar tu experiencia con las armas que quieras, sino también mejorar aquellos atributos que más te interesan de cada una (capacidad, daño, tiempo de recarga, habilidad secundaria).
Alabado sea Altman
Volver a jugar Dead Space ha sido como acordarte de aquél amigo con el que te lo pasabas tan bien hace años y volver a quedar para que, a pesar de que se le notan un poco los años, te sigues divirtiendo con él como entonces.
La excelente ambientación suple cualquier detalle técnico en un juego de hace 12 años y sigue siendo fantásticamente jugable a día de hoy. Además dio lugar a una trilogía entera, así como libros y una película de animación por lo que es una saga que tenía mucho que contar.
Lamentablemente con el cierre de Visceral Games, lo único que nos queda es esperar que el nuevo trabajo de Glenn Schofield (The Callisto Protocol para 2022) ofrezca algo tan brillante como lo fue en su día Dead Space.