La cuestión es sencilla: si una persona solo pudiera leerse un libro en toda su vida, ¿cuál le recomendaríais?
Es un tema que se ha tratado de diversas formas a lo largo de la historia. Goethe escribió en una carta a Schiller que si toda la poesía del mundo desapareciera, el hombre podría reconstruirla a partir de El príncipe constante de Calderón de la Barca. Dostoyevski escribió sobre Don Quijote de la Mancha: «En todo el mundo no hay obra de ficción más sublime y fuerte que esta. Representa hasta ahora su suprema y más alta expresión del pensamiento humano, la más amarga ironía que pueda formular el hombre, y si se acabase el mundo y alguien le preguntase a los mortales: ‘Veamos, ¿qué habéis sacado en limpio de vuestra vida y qué conclusión definitiva habéis deducido de ella?’, podrían los hombres mostrar el Quijote y decir: ‘Esta es mi conclusión respecto a la vida…, ¿y podríais condenarme por ella?’».
En mi caso, por no repetir a Dostoyevski, creo que sería La filosofía en el tocador, del Marqués de Sade. ¿Por qué? Porque entre los relatos eróticos más descarnados y salvajes que uno puede leer se encuentran píldoras de una filosofía completamente subersiva, revolucionaria... y liberadora. No hay ningún principio moral ni social que no derriben o pongan en duda los libertinos protagonistas de estos curiosos diálogos. Un libro que se rebela contra cualquier clase de moral católico-burguesa y que creo que podría ser muy útil para liberar a una persona de los yugos de una educación en pos de una estructura social y familiar. Todos los tópicos, las ideas comunes y los principios sobre los que se asienta nuestro comportamiento social y familiar caen aquí como un castillo de naipes. No es la mejor literatura, no es una novela al nivel de Don Quijote, Anna Karenina o Los hermanos Karamazov, pero creo que es un libro que de verdad, de una manera bastante misteriosa, puede salvar a un hombre.
Y vosotros, ¿qué elegiríais? ¿Y por qué?