Descubriendo a los campeones: Graves, forajido

Lore Lore!!!! :3

Candidato: Graves
Fecha: 14 de octubre, 21 CLE

OBSERVACIÓN

Malcolm Graves es la viva imagen de la resistencia. Su cuerpo es un tablero de ajedrez al que dan forma las cicatrices y los callos rotos, pero sigue en forma aún a pesar de su edad. Su expresión en lúgubre, determinada. Lleva una escopeta de tamaño excesivo en una mano. Su peso es irracional teniendo en cuenta su función, pero es un gran complemento para él.

Sin embargo, la historia real la narran sus ojos. Parecen obsesionados con algo que está más allá de su rango de visión, algo inalcanzable, un objetivo que siempre ha estado ligeramente fuera de su alcance. No parece que nada lo vaya a desviar de su camino. Es como si alguien le hubiese tenido siguiendo una zanahoria enganchada con un palo y que, aunque sabe el truco, ya no sabe hacer otra cosa que seguir detrás de ella.

REFLEXIÓN

La misma canción y el mismo baile de siempre, pensó Graves. Un par de grandes alas que intentan ofrecer un espectáculo.

A Graves no le gustaba el teatro. Prefería mantener bajo mínimos la mayoría de sus interacciones sociales. Las cosas no siempre habían sido así. Hubo una vez en la que disfrutaba del juego, timando a la gente y huyendo de la ciudad antes de que se diesen cuenta. Por aquel entonces, tenía a un compañero con una filosofía similar: cuanto mayor fuese la estafa, mejor.

Eran buenos tiempos.

Luego, Twisted Fate lo traicionó más rápido de lo que tarda en arder un potro en la hoguera.

Graves estaba acostumbrado a las traiciones, pero de algún modo, Fate consiguió engañarlo. Nunca más. Aquel descuido le costó una buena parte de su vida. Fue una lección dura, pero las más importantes suelen ser así.

Ahora, tan sólo tenía que equilibrar el marcador.

El ruido de metal lo apartó de sus pensamientos. Era un sonido de finalidad amarga, la melodía de una vida de timos y estafas. Lo conocía muy bien. Se giró hacia un conjunto de barrotes que le era muy familiar y que se interponía entre él y la libertad que acababa de ganarse. Detrás de ellos, se encontraba la grasienta cara del hombre que lo encarceló, el Dr. Aregor Priggs, con un aire despectivo de victoria. Levantó su brazo, feliz de poder meterle a Priggs una bala entre ceja y ceja, pero su mano estaba vacía.

Volvía a estar atrapado en las instalaciones de detención privadas de Priggs.

Vaya, eso es un paso atrás.

Priggs sonrió ampliamente, reuniendo una espuma hedionda en las comisuras de su boca. Era un hombre bulboso y viscoso cuya única cualidad, por lo que respectaba a Graves, era que tenía el valor de mirar a sus prisioneros a los ojos mientras los tenía encerrados como perros. Graves había adivinado que Priggs usaba este pequeño santuario, principalmente, como un lugar para hacer desaparecer a los competidores de más alto rango, pero él se había ganado una celda especial por llevarse a dos de las damas más atractivas de Priggs a una excursión de una semana a costa de aquel sinvergüenza. Cuando los hombres corporativos de Priggs siguiendo el rastro de todos los fondos que había gastado Graves, Fate y él ya estaban en Demacia, disfrutando de unas vacaciones en la playa.

“Apuesto a que creías que no me volverías a ver”, dijo Priggs, respirando con dificultad. Siempre lo hacía al hablar.

“Es lo último que me importaba”, dijo Graves. “Tu aspecto podría mejorar si esparciésemos esa cara de cerdo que tienes por una pared”. Cada palabra llevaba consigo una consecuencia, así que Graves decidió saborearlas.

“No tienes curiosidad por saber cómo lo hice?” Priggs parecía orgulloso de sí mismo.

“No me pregunto por qué vuelven los gusanos, simplemente los piso con más fuerza la próxima vez”.

“Espero que sigas teniendo esa moral cuando acabe contigo”, escupió Priggs. Graves no se acobardó. Podía haberse endurecido durante la cantidad de tiempo que llevaba encerrado en aquel lugar, con pocos amigos y aún menos consideraciones, generalmente la basura que encontraba Priggs para que hiciese las veces de ropa. Hacía ya mucho tiempo que el dolor se había vuelto rutinario y no un castigo.

“Espero que comas algo más ligero la próxima vez que haga que te manches a ti mismo”, contestó.

"¿Por qué quieres unirte a la Liga, Graves?". Se trataba de una pregunta inusualmente directa para provenir de aquel patán, pero es posible que se irritase un poco cuando el tema era la organización más poderosa de Valoran.

“No sé por qué no te lo imaginas”, dijo. “Conoces mi historia mejor que nadie”.

“¿Tanto me echas de menos?” La nueva voz, una reliquia del pasado, hizo que a Graves le hirviese la sangre. Agarró los barrotes, con los nudillos blancos, mientras Twisted Fate aparecía detrás de Priggs.

“¡Fate! ¡Sé que eres tan retorcido como la columna vertebral de un cantero, pero tienes mucho valor para volver a juntarte con este saco de excrementos!” Este no era el reencuentro que Graves había planeado durante tantos años.

“Pero, tú…”, escupió el hombre gordo.

"¿Por qué quieres unirte a la Liga, Graves?". La cara de Twisted Fate transmitía calma y era ilegible.

“Déjame salir de esta jaula y te enseñaré…”, rugió Graves.

“¿Por qué quieres…?”, empezó de nuevo Fate.

“¡Voy a acabar con tu estafa, Fate! Puede que el mundo crea que eres una especie de ‘campeón’, pero voy a demostrarles cómo eres en realidad. Te quitaré todo lo que tienes, y cuando haya acabado, tendrás suerte de poder calentarte junto a una hoguera”. Graves inspiro profundamente. No se había percatado de lo hondo que le había calado su problema con Twisted Fate. En silencio, juró no volver a darle nunca la satisfacción a Fate de verlo así de enfadado.

"¿Qué se siente al desnudar la mente?". Fate sonrió, un simple gesto que fue como ácido en las venas de Graves. Tragó saliva, determinado a no perder los nervios otra vez.

“Es como si me agachase con las espuelas puestas”, masculló.

Fate se rió entre dientes. “Me alegro de volver a verte, Malcolm”.

Con eso, desapareció de su vista, con Priggs siguiéndolo de cerca. Graves se sentó en su celda, consumiéndose lentamente, hasta que los barrotes de abrieron de repente. Con cuidado, salió de la celda…

…y se encontró de pie en la Academia de la Guerra, con su arma en la mano.

Siempre dando el espectáculo.

Graves apretó los dientes y amartilló su arma. No le gustaba el teatro, pero si lo que querían era un buen espectáculo…

es machete!!

Podian haber mostrado como es la pantalla de humo desde el punto de vista del enemigo, se le oscurece todo en plan nocturne?

cuando sale?

#139 pero que dia exacto?

La verdad es que si la pantalla de humo es como pienso que va a ser tiene pinta de ser una habilidad bastante OP. La gente ahi metida sin ver mas alla del area y los ranged repartiendo chicha desde fuera.