En el solsticio de verano en Yulin marca el inicio de los días más calurosos en la ciudad china y el 21 de junio de cada año se inicia con el festival de Yulin, esta tradición comenzó en los 90, pero la práctica local de consumir perros data desde mucho antes.
De acuerdo a las creencia chinas consumir carne de perro estimula el calentamiento interno del cuerpo y ayuda a no pasar frío en el invierno, consumir la carne en el solsticio de verano atribuye buena suerte y salud a sus consumidores.
Afortunadamente, Ángel fue rescatada a tiempo del camión que acababa de llegar a un matadero. No saben muy bien qué le ocurrió en el hocico; la veterinaria que se puso en contacto con los héroes que la adoptaron les dijo que puede que se lo hicesen al capturarla, ya que las herramientas de acero que usan para ello son peligrosas para el animal, o que quizá le dieron una paliza por intentar escapar y ese fue el resultado.
Sea como fuere, le salvaron la vida y después de varias cirugías reconstructivas en Beijing fue adoptada por una familia en UK que le dio una nueva vida, así que final feliz.
Por desgracia cada año decenas de miles de perros en China no tienen tanta suerte y son masacrados sin ningún tipo de control para cubrir las necesidades del festival de Yulin, la mayoría de ellos perros callejeros o mascotas robadas a familias. Hay medio centenar de granjas autorizadas, pero varias investigaciones han demostrado que no son más que tapaderas ya que ni de casualidad su capacidad productiva es capaz de abastecer la demanda de millones de perros que se comen en China, Korea del Sur y Vietnam anualmente.
Comprendo que son sus costumbres y hay que respetarlas, pero me ha aparecido la historia en Instagram y al tener Malinois me ha perturbado especialmente el caso. En su instagram tenéis la historia completa en imágenes y un montón de fotos de Ángel disfrutando de la vida con su nueva familia.