La cultura de hoy está arruinando absolutamente la vida de los perros, gatos y demás animales. Por ejemplo, La gente (principalmente los progres como las feministas) , es decir, está tratando a sus perros como si fueran personas al punto que ahora tienen más derechos que un ser humano. Pero no importa lo que crean, la realidad es que no son bebés, y tampoco sus hijos pues un perro es un perro y es feliz siendo perro. Pero al ser tratado como niño, pierde su estabilidad y coherencia. Una mascota necesita equilibrio entre cariño, disciplina y trabajo. Nos hemos vuelto tan citadinos que olvidamos las tareas de los perros, que son la guarda, caza, pesca, pastoreo, rastreo, etc. Por algo, son depredadores ápices con cuarenta y dos dientes en la cabeza y una presión de mordedura que puede romper huesos. Y en nuestra ignorancia pretendemos hacer que un pastor alemán viva en un departamento o que un Beagle no rompa cosas ni rasque los pisos cuando solo vive sobre alfombras y cerámica.
De hecho, muchas femenistas radicales que están a favor del aborto no quieren tener hijos y prefieren malgastar su instinto maternal con gatos. En otras palabras, sustituyen los hijos que no tienen por estos animales. Obviamente no hay nada malo con tener gatos como mascotas pero según expertos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM tenerlos solo para tratarlos como si fueran tus hijos porque no te gustan los niños no es algo normal. Aunque como diria Facundo Cabral dicha moda feminista parece acabarse cuando se casan. Sin olvidar que humanizar a los animales es considerado como maltrato de animales (antropomorfismo). Pero como dice la activista pro-vida, Belu Lombardi, “La vida de un humano y la de un animal no vale lo mismo. La vida humana vale más. Y tus mascotas no son tus hijos.”
Como comenta Andrés Ortega, Director de la Escuela de Adiestramiento Canino y editor de una de las revistas más importantes especializada en mascotas: “Se ha realizado estudios sobre casos de perros 95% humanizados por sus dueños que tienen terror (infundado) a la pirotecnia y sus terribles consecuencias (una mascota se lanzó desde el 3er piso). Me llama la atención la gente ignorante que cree que los terribles daños que le ha hecho el dueño a su perro se deben a la pirotecnia, y me enumeran los casos e historias muy tristes de perros que corren despavoridos, (cosa que es cierta) pero no entienden que están confundiendo el efecto con la causa. Esas historias terribles son verdaderas y conozco muchas aún más terribles, pero el problema no es la pirotecnia sino el miedo absurdo que le ha transmitido el dueño a la misma. Ningún dueño responsable que tenga a su perro como perro y no le ha transmitido ese absurdo temor tiene ese problema. Desgraciadamente también tengo evidencia empírica de que ese miedo se transmite por imitación entre perros, y se debe actuar rápidamente para que esa conducta no se propague con perros equilibrados.
Dicen, “No puedo decir que no a un perro.”, “No puedo ir con un perro en el clima frío.”, “No puedo dejar que un perro se embarre.”, “No puedo darle trabajo a un perro.” o “Si tu perro está en forma, es demasiado delgado.” Estamos caminando por un mundo donde darle a tu perro un trabajo es “cruel” más allá de la creencia, pero tener un perro de 30 kg de sobrepeso con diabetes que no es capaz de moverse está absolutamente bien. Algo totalmente deformado, retorcido y equivocado.¡Son perros! Trátalos como perros. No puedes tener ningún animal y fingir que es un bebé. Hola, esta es mi ballena, él es mi bebé. No funciona así. Tenemos que retroceder esta mentalidad actual porque literalmente está matando a los perros y demás animales. Los perros están muriendo todos los días simplemente porque nadie les dijo qué reglas se suponía que seguirían o porque no les dieron un trabajo que tanto necesitaban. Empecemos a honrar a nuestros perros por las criaturas absolutamente increíbles que son. Los perros son magníficos, majestuosos, inteligentes y robustos. Para mi son el mejor animal del planeta así que dejemos de matarlos y tratarlos por exactamente lo que no son.