Con el asesinato del prestigioso jurista Francisco Tomás y Valiente, perpetrado en plena Universidad Autónoma de Madrid el día de San Valentín de 1996, ETA creía haber dado el golpe perfecto. Tras ser presidente del Tribunal Constitucional, Tomás y Valiente había vuelto a su condición de profesor universitario. No llevaba escolta y, en el momento del ataque, fue sorprendido en su despacho mientras hablaba por teléfono con un colega. La banda terrorista utilizó contra él la misma arma con la que había asesinado tres años antes a un general.
Tomás y Valiente era una víctima fácil, pero con un gran impacto público. Encajaba en la estrategia etarra, exacerbada aquel año. La banda terrorista priorizaba extender el terror social y golpeaba sin cesar: apenas unos días antes había ejecutado al socialista Fernando Múgica y mantenía secuestrado al funcionario de prisiones Ortega Lara. Pero lo que logró con esa presunta exhibición de músculo fue generar una reacción de repulsa sin precedentes. Toda España quedó consternada, y en particular la universidad. Se celebraron actos masivos, como nunca se había visto, contra la violencia y en recuerdo del jurista de solo 63 años. Surgió el movimiento de las Manos blancas entre los universitarios.
Bueno, quería recordar la memoria de este hombre del que nos privó la basura nacionalchovinista etarra ahora hace 25 años. Tomás y Valente, un jurista que a su vez fue un virtuoso en Historia, dándonos trabajos nucleares sobre la administración de la Monarquía Hispánica, así como del fenómeno del Valimiento.
Yo usé su obra en mi TFG como principal referente a la hora de escribir sobre la evolución de esta magistratura monárquica, por lo que le estaré eternamente agradecido, por esos conocimientos que me ha transmitido con su amabilidad.
No hay que olvidar quiénes eran y quienes son los pistoleros canallas que hace muy poco seguían asesinando, extorsionando y secuestrando a gente por considerarlas étnica o racialmente distintas, no hay que olvidar cómo estos lobos con piel de cordero se meten en nuestras instituciones. Por lo tanto, tenemos que tener siempre presentes en nuestra memoria a esta gente que dio su vida confrontando la tiranía etarra.
Por eso, no está mal traer la memoria de este hombre destacado, hombre pacífico de letras, ya que no se puede traer la de todos aquellos cuya vida fue segada por la guadaña extremista y racista.
Por otro lado, no hay que olvidar que el criminal fascista que le asesinó en su despacho universitario, fue condenado a 30 años de cárcel, siendo condenado además por otros asesinatos. El sujeto en cuestión es este, el etarra Jon Bienzobas Arretxe, alias "Karaka":
Este señor hace un mes fue premiado con un acercamiento a las cárceles de Vascongadas. Tenemos motivos para avergonzarnos:
Instituciones Penitenciarias ha informado hoy del traslado a cárceles más cercanas al País Vasco de cuatro presos de la banda terrorista ETA, entre ellos Jon Bienzobas Arretxe, que cumple condena, entre otras causas, por el asesinato en 1996 del presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente.
Que la tierra te sea leve, compañero historiador, la Historia te recordará y pondrá en su sitio a los criminales.