Saludos! Por fin se me acabó el baneo y puedo responderte desde tu tema en condiciones.
Dejo por aquí lo que hablamos y mis consejos sobre ello, por si a alguien más en nuestra situación le sirve.
Y como recordatorio diario de que nunca debemos de intentar evitar el conseguir ser en todo momento nosotros mismos.
Es lo mismo que en el caso de la fobia social, por mucho que cueste hay que abrirse a los demás y hay que salir a la calle y enfrentarse a los temores y las ideas negativas. Y la inmensa de veces nos daremos cuenta de que al final todo es más simple de lo que parece y que nada le afecta al mundo el que hablemos o miremos a una persona desconocida. Así que al final, pues todo depende del esfuerzo por normalizar nuestra situación que le pongamos.
Mi consejo? Vete a un banco de un sitio concurrido y siéntate a leer y a mirar a la gente que pase. Y disfruta simplemente de estar ahí y olvídate de los juicios que nadie pueda tener. Tú estás ahí sentado siendo uno más en el mundo, y ya está.
Cuando puedas aceptar eso con normalidad, buscate un grupito de personas que compartan tus actividades y aficiones y ve a sus quedadas o lo que hagan. Ahí conocerás a más personas y estarás obligado a actuar en sociedad. Y al final, obligarse a uno mismo a superar lo que nos aterra es la mejor forma de aprender a convivir con la fobia social.
Y olvida tus errores de cada día, lo que no debiste haber dicho, lo que no debiste hacer, etc...
Nadie salvo uno mismo lo recuerda, y las personas que no te acepten o que no quieran estar contigo tal y como eres, pues no las necesitas para tu vida.
Pero como ya te dije, al final esto consiste en dar dos pasos adelante y de vez en cuando toca dar un paso atrás. Y aceptarlo.
Ayer mismo yo quería decirle una cosa a un compañero de gimnasio que conozco desde hace años y... no me salía la voz.
Pero nada, no podía emitir ningún sonido. Me quedaba mirándolo pensando en lo que le iba a decir, y mi fobia social actuó a lo bestia como hacía años que no me pasaba y durante unos dos minutos tuve que luchar mentalmente contra mi propia laringe para poder acercarme y conseguir decirle lo que quería.
Que era una tontería, ya ves tú. Preguntarle si también había salido a correr hoy por el parque conmigo.
Pero la sensación de querer hablar y no poder hacerlo, es devastadora hasta que se consigue.
Una sensación horrible que hacía tiempo que no sentía. Ese fue mi paso atrás. Pero ahora toca volver a ser el que conseguí ser y toca seguir dando los pasos hacia delante!
Y si yo lo pude conseguir, tú también!