Lo habia leído en las noticias de internet, pero como ya es habitual y todos estamos acostumbrados, leemos por encima el titular y no le prestamos atención, porque nos hemos acostumbrado a este siniestro cotidiano.
Primero la noticia, y ahora el trasfondo del tema que implica:
MUEREN CUATRO MUJERES EN UNA VIOLENTA COLISIÓN JUNTO A MEDINA DE RIOSECO
Las víctimas, todas ellas vecinas de Burgos, viajaban en un Peugeot que se salió de la carretera CL-612 en una curva y cuya conductora resultó herida leve.
Veinte kilómetros, Sólo eso. Apenas diez minutos de viaje les faltaba para llegar a su destino -Santa Eufemia del Arroyo- a las cinco amigas que viajaban en un coche a media tarde de ayer cuando una fatídica curva se cruzó en su camino a escasos quinientos metros del cruce de la Cl-612 con la carretera de León. La conductora perdió el control del turismo e invadió el carril contrario a tiempo de recibir un violento impacto en el lateral del lado del copiloto que sacó su vehículo fuera de la calzada. Cuatro de las ocupantes, todas ellas vecinas de Burgos, murieron.
El accidente más grave ocurrido en la provincia en lo que va de año ocurrió a las 16.30 horas en el tramo de la carretera comarcal que une Palacios de Campos con Medina de Rioseco. Las cinco mujeres que viajaban en el Peugeot 306, de placas 9692-BRK, rumbo a Santa Eufemia del Arroyo entraron en la curva de izquierdas próxima al desvío de Valdenebro y a su conductora «se le fue el coche. Dio un volantazo a la derecha y luego otro a la izquierda» antes de invadir el carril en sentido a Palacios de Campos por el que circulaban dos turismos. El primero pudo esquivarla y el segundo se empotró contra el lateral del copiloto. El que se salvó lo conducía el cuñado del hombre que pilotaba justo detrás en compañía de su mujer y de una hija de 14 años -la familia es natural de Barcelona-.
El conductor del vehículo siniestrado -un Volkswagen Golf de matrícula 8177-DBM- chocó frontalmente contra el Peugeot y acabó detenido en el arcén mientras el 306 salía despedido a un campo de girasoles. El segundo coche perdía, incluso, el eje trasero antes de detenerse a pocos metros de la vía.
La conductora, María Purificación M. D., de 50 años, fue la única superviviente -sufrió lesiones, en principio, de carácter leve- mientras sus amigas -Angélica D. G., de 40 años; Begoña H. C., de 55; María del Rosario C. V., de 58, y Pilar A. S., de 69 (la única nacida en Sevilla pero vecina también de Burgos)- fallecían en el acto.
Una familia de Barcelona
Los Bomberos del cercano parque de Medina de Rioseco, ubicado a un kilómetro escaso del lugar del accidente, sólo pudieron rescatar sus cuerpos sin vida. Más suerte tuvieron los tres ocupantes del Volkswagen Golf. El matrimonio formado por F. C. S., de 47 años, y M. T. R. A., de 51, y su hija de 14, N. C. R., fueron evacuados -la pequeña en helicóptero y sus padres en sendas ambulancias- con heridas graves al nuevo Río Hortega.
La otra lesionada, la conductora del Peugeot 306, fue trasladada al Clínico también en ambulancia.
Las primeras hipótesis de los agentes encargados de investigar el siniestro apuntan a un posible exceso de velocidad como origen del siniestro ocurrido en una curva calificada de «peligrosa» por alcaldes del entorno como el de Santa Eufemia del Arroyo, Victoriano Fernández (PSOE), quien explicó que «en esa curva falta señalización porque si entras a cien por hora te sales de la vía seguro».
El balance del brutal siniestro elevó a cinco el número de víctimas mortales en la jornada más negra del año después de que una mujer de 44 años muriera esa misma mañana en una salida de la vía en Villardefrades. Con ellas son ya trece los fallecidos desde enero, nueve de ellos registrados en siniestros ocurridos en los últimos tres meses. El inicio de la operación salida del puente de la Virgen y San Roque comenzó así de la peor de las maneras posibles.
Solo con prestar atención, con no caer en la confianza y hacer uso de la velocidad adecuada, si nos mantenemos concentrados en los viajes, y especialmente cuando se trata de carreteras de doble sentido, se puede evitar una desgracia.
También se evitarían estas desgracias si la DGT y FOMENTO se preocupase más por eliminar los puntos negros en vez de gastarse millones en montar radares de última tecnología en autovías de mínima siniestralidad.
No obstante, no voy a echar la culpa a nadie de este accidente, y me voy a limitar a dar gracias porque la familia de Barcelona haya vivido para contarlo.
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