Un abogado vizcaíno se ha topado con uno de los casos más insólitos de su carrera profesional y que ha desatado un debate en foros de letrados. Iñigo Urien Azpitarte defiende a un cliente en un proceso de divorcio, al que su pareja ha denunciado por maltrato psicológico en varias ocasiones, y que en los largos seis años de litigio en los juzgados ha iniciado un cambio de sexo. Con un DNI en el que figura ya su identidad femenina y el proceso físico de reasignación de sexo en marcha, ahora es ante los tribunales una mujer acusada por otra mujer. Esta circunstancia, a juicio del letrado, puede cambiar el rumbo del proceso y marcar un precedente en procesos de violencia de género.
¿Creéis que estamos ante el mayor hackeo a la ley integral de violencia de genero de la historia?.