¿Se restañarán las muy graves heridas de Gallardón y regresará, de verdad, al redil de su partido, el PP, o se ha producido una ruptura con fecha fija, pero definitiva? Es evidente que Gallardón ha tenido otros graves encontronazos con Esperanza Aguirre, tan ambiciosa políticamente como él, y posiblemente más, y decidida a darle ninguna facilidad para la batalla que se adivina por la sucesión de Rajoy a partir de su eventual derrota del 9 de marzo. Aguirre y Gallardón pelean ya sin el menor disimulo por esa presidencia que Rajoy ha venido ejerciendo por gracia del "dedazo" de Aznar, pero sin el entusiasmo de los militantes de su partido.
¿Quién prevalecerá sobre el otro? Hoy por hoy, la ventaja es de Aguirre, como se demostró ante Rajoy. Tiene unos "argumentos" extraordinarios, según ha revelado un internauta con buenas fuentes informativas, llamado Emilio Alonso. Revela, en efecto, y con gran lujo de detalles, el desarrollo de la ya muy famosa reunión en el despacho de Rajoy, en la Calle Génova de Madrid. Y son datos extraordinariamente relevantes y reveladores sobre la trampa en que cayó Gallardón. Cuenta el internauta que cuando Gallardón llegó a la cita -no estaba en su agenda, que le marcaba una ópera a esa hora-, se encontró ya en la antesala a Acebes y Aguirre, que ya habían mantenido un encuentro previo con Rajoy para convencerle sobre la necesidad de que Gallardón no estuviera en la lista de candidato al congreso por el PP en Madrid.
De manera que salió Mariano Rajoy de su despacho y leyó su decisión irrevocable, que venía a contradecir su anterior compromiso de incorporarlo: Gallardón no estará en las listas, decía "el decreto" de Rajoy. Gallardón estalló, rojo de ira, adivinando lo sucedido: "¿Eso lo has escrito tú, o te lo ha escrito ésta?", preguntó apuntando a su adversaria la presidenta.
Pero es aún mucho más revelador lo que habría sucedido con anterioridad a ese encuentro "a cuatro". En el "encuentro a tres", de Rajoy, Acebes y Aguirre, ésta plantó su exigencia: Los dos o ninguno. Y como Rajoy le dijera que una presidenta de comunidad no podía ser candidata, Aguirre se ofreció a dimitir del cargo, reiterando que no transigía la presencia de Gallardón, y empleando su grandísima y definitiva amenaza: "Mariano, yo manejo Telemadrid, El Mundo y la COPE, Tú sabrás si quieres tenerlos a favor o en contra durante toda la campaña".
Dicho lo cual, Rajoy elaboró "el decreto de exclusión" de Gallardón, ante el gesto complaciente de Esperanza Aguirre...
Acebes y Aguirre, aznaristas de primera fila, habrían presionado a Rajoy, por consiguiente, para que resistiera al rival Gallardón, uno de los políticos mejor considerados y valorados por la opinión, y alejado de las posiciones más ultramontanas del PP. Así las cosas, no será fácil que las aguas vuelvan a sus antiguos cauces...
ais... se hunde la ultra-derecha-moderada ? o es que el despropósito de oposición y la kickeada de Gallardón pasan factura?