Me han maltratado, a mí al que más porque veían que era el que estaba más entero. Me pegaban para que me viniera abajo", ha añadido Blach, que tenía que haberse jubilado hace tres años, pero que siguió en el Alakrana porque se lo pidió el armador como favor.
"Gracias a los gobiernos, a la audiencia, al embajador Nicolás Martín Cinto, que nos han sacado de este infierno", ha añadido el patrón,
Por las calles polvorientas de Haradhere, situada a 300 kilómetros al norte de Mogadiscio, circulan Toyota Land Cruiser, camionetas y vehículos deportivos. En sus asientos, hombres jóvenes armados, fumando cigarrillos Marlboro y masticando khat -la droga más popular de Somalia-, desprovistos de cualquier preocupación.
"Es genial, ahora sí que somos hombres de verdad", susurra un joven pirata que acompaña a un amigo a su boda.
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/20/espana/1258688221.html
Después de secuestrar un barco y pegar a la tripulación por deporte, conseguir que te paguen una fortuna por el rescate, y escapar vivo tras perseguirte el ejército, una de dos, o realmente son "superhombres" o nosotros unos inútiles de cuidado.