Es una mutación por la cual tu cuerpo no sintetiza correctamente la acetaldehído dehidrogenasa.
La alcohol dehidrogenasa funciona correctamente y convierte el etanol en acetaldehído, que es tóxico, irritante y cancerígeno. Tras el consumo de alcohol, en una persona normal las concentraciones de acetaldehído son bajas, pero como sufres deficiencia de acetaldehído dehidrogenasa, las cantidades de acetaldehído son muy superiores a lo normal, produciendo dolores de cabeza, marenos y enrojecimiento e irritación de la piel.
No es ninguna alergia, ya que no tiene relación alguna con el sistema inmune.
De hecho, la alergia al alcohol, aunque es posible, es tremendamente improbable, y el hecho de beber bebidas alcohólicas ya provocaría un shock anafiláctico. Si estás vivo después de beber y nadie te ha dicho que lleves un par de jeringuillas de epinefrina encima tras una divertida "borrachera" en la que casi pierdes la vida, no, no tienes alergia al alcohol.