Si esto no fuera una ley que nos afecta a todos (bueno, a mi menos porque vivo fuera, pero me solidarizo), como comedia de enredos tiene su gracia.
Tiene cojones el patio de colegio que algunos siguen considerando democracia.
Es patético.
Y lo patético de verdad es que estas cosas son la norma, no la excepción. Claro que hasta ahora no habían tocado algo que uniera a todas las gentes distintas de MV bajo una misma bandera de forma tan clara.