Juguemos un juego:
Imagina que has ganado un concurso cuyo premio seria el siguiente: todas las mañanas, un banco le abrirá una cuenta con 86.400 dólares. Pero como todo jugo tiene sus reglas, este tendría 2:
-La primera, es que todo lo que no te has gastado a lo largo del día, se te retiraría en la noche. No puedes hacer trampas, no puedes traspasar el dinero a otra cuenta, solo puedes gastarlo. Pero a la mañana siguiente al despertar, el banco te abre otra cuenta con 84.600 dólares para ese día.
-Segunda regla: es que el banco te puede interrumpir el juego sin previo aviso. En cualquier momento puede decirte que se ha acabado, que cancela la cuenta y ya no te abre ninguna más. ¿Qué harías?
A lo que alguien contesto: Pero si es muy sencillo, hombre, es un juego. Todas las mañanas, al despertar te dan 84600 dólares con la única condición de que lo gaste durante ese día, pues el saldo no utilizado se te retirara cuando te vallas a dormir.
Pero ese don del cielo o ese juego puede acabar en cualquier momento ¿comprendes? Y la pregunta es: ¿Qué harías TU si te encontraras en esta situación?
Entonces respondió espontáneamente que se lo gastaría en todo lo que le apeteciera y en hacer multitud de regalos a las personas que quería. Emplearía hasta el ultimo centavo que le diera el <> en llevar la felicidad a su vida y a la de los que le rodean, incluso a la gente que no conozco, por que creo que no pudiera gastar en mi y en mis allegados 86.400 dólares al día. Pero ¿adonde quieres ir a parar?
Bueno en que ese banco mágico lo tenemos todos, y es el tiempo. El cuaderno de la abundancia de los segundos que pasan. Todas las mañanas al despertar se nos abonan 86400 segundos de vida en nuestra cuenta para ese día y cuando nos dormimos por la noche no hay suma y sigue; lo que no se ha vivido en el día se ha perdido, ayer acaba de pasar. Todas las mañanas se repite ese prodigio, se nos abonan 86.400 segundos de vida, pero jugamos con esa regla inevitable: el banco puede cancelarnos la cuenta en cualquier momento y sin previo aviso; en cualquier momento la vida se puede acabar ¿Qué hacemos pues con nuestros 84600segundos diarios? ¿No son más importantes unos segundos de vida que unos dólares?
Las conclusiones del juego son:
¿Quieres entender lo que es un año de vida? Pregúntaselo a un estudiante que acaba de suspender su examen de fin de cursos ¿un mes de vida? Díselo a una mujer que acaba de traer al mundo a un niño prematuro y espera que salga de la incubadora para estrecharlo en sus brazos, sano y salvo. ¿Una semana? Que te lo cuente un hombre que trabaja en una mina o en una fabrica para mantener a su familia. ¿Un día háblale del asunto a 2 que están locamente enamorados uno del otro y esperan el momento de volver a estar juntos ¿Una hora? Pregúntale a una persona claustrofóbica encerrada en un ascensor averiado ¿Un segundo? Mira la expresión de un hombre que se ha salvado de un accidente de coche ¿y una milésima de segundo? Pregúntale a un atleta que acaba de ganar la medalla de plata en los juegos olímpicos, en vez de la medalla de oro para la que lleva toda su vida entrenándose. La vida es mágica y hay que saborea el premio de cada instante. Así que aprovecha todos estos segundos que te quedan.