http://www.elmundo.es/f5/2016/03/11/56e2c7ec46163f97278b4652.html
A pesar de que la noticia ya se ha comentado en el hilo de seducción, vamos a generar algo de debate. A modo de ultra resumen: Álvaro Reyes es un youtuber que se dedica a enseñar a ligar (aka: te saca dinero por cursos para que hables con tías aprovechándose de gente tímida y acomplejada). Desde el principio sus vídeos eran bastante en tono gallo del corral: se ha recorrido media España y se ha grabado hablando con tías y sacándoles el teléfono, besándolas y blablablá con sus especiales formas. El caso es que muchos de sus vídeos no se podrían tildar de muy éticos y en algunos casos, y de aquí la petición del cierre del canal, tampoco muy legales. Desde tocarle el coño a desconocidas hasta agarrarlas por detrás y besarlas agarrándole el cuello.
Todo un ejemplo a seguir. Y así es, ya que cuenta con una auténtica ola de HOMBRES (con la mayor connotación irónica que podáis darle a la palabra) seguidores que le chupan el rabo.
No soy partidario de las feminazis, pero una ha creado un change.org para pedir que le cierren el canal. En el link de arriba podéis ver desde vídeos hasta más cosas relacionadas con la noticia.
A modo personal, es un youtuber que no goza de mi simpatía y que se merecen que le hayan partido la cara más de una vez. Pienso que la seducción a día de hoy es un chiste sin gracia, un escaparate donde a gente con pocos cojones y autoestima se la intentan colar con un tipo de vida que lo único que hace es crearles más inseguridades y presión social. Lo irónico de todo esto es que su éxito personal se mide únicamente en si un factor externos a ellos les hace caso, algo que viene a echar por tierra todo en lo que se debería mover este mundillo: crear personas con autoestimas fuertes, seguras de sí mismos y con una alta personalidad que no necesitasen ni ligar, ya que eso les vendría solo, sin necesidad de estrategias, términos y abreviaturas absurdas en inglés ni niveles midiendo cada punto y coma de las conversaciones (patético, en serio). Pero cuando lo que importa es el contador y el número de polvos que puedas conseguir para llenar los vacíos de ego, pues todo vale.
Abro paraguas.