Análisis de la política expansionista de Marruecos

Don_Verde

Ahora Ceuta. El expansionismo marroquí
Mucho se ha analizado, escrito, debatido y opinado sobre el expansionismo marroquí y sobre los efectos del mismo sobre su vecina España, un tema que vuelve a ser de actualidad al calor de los recientes acontecimientos ocurridos en Ceuta.


Valla fronteriza con Marruecos junto a la playa del Tarajal, Ceuta. © José Pereira

Se cuenta que el rey alauita Hassan II poseía un mapa que incorporaba a su sueño del «Gran Marruecos» el antiguo Sáhara español, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, las islas Canarias e incluso Andalucía, alcanzando también a Mauritania. Cierto o falso, los hechos de su política persistente del paso a paso, ganando o comprando a los vecinos antes de comprar la casa, con su estrategia de «tiro la piedra y escondo la mano», señalando a otros como culpables y a Marruecos como víctima, al cabo del tiempo fue dando sus frutos en el relleno de alguno de los huecos que le faltaban en el susodicho mapa, o al menos, según su entender, abrió el camino para lograrlo. Mapa que parece le fue legado a su hijo, el actual monarca Mohamed VI.

Ahora estamos atentos a la crisis diplomática, migratoria y, por ende, humanitaria que en estos momentos se cierne sobre Ceuta con la entrada irregular en un solo día de unos 10 000 marroquíes (la mayoría jóvenes) junto a algunos subsaharianos, con la complicidad pasiva de las fuerzas de seguridad de Marruecos. Crisis extensiva al ámbito sanitario ante las dificultades de control Covid de los recién llegados. Y todos, a pesar de algún fallo en la unidad política necesaria, buscamos la solución inmediata y rápida al problema que supone tal reto migratorio, muy grave para Ceuta, sin que este sea realmente el verdadero fondo de la cuestión, al tiempo que algunos aluden a algunas causas origen de la situación, causas que de alguna manera aparentemente nos culpabilizan.

Sin embargo, aunque resolvamos ahora positivamente la situación respondiendo acertadamente al pulso que nos plantea Marruecos, no habremos hecho más que cerrar en apariencia un problema vecinal cronificado en el tiempo que siempre se abre cuando tocamos de lleno, oponiéndonos de alguna forma al expansionismo marroquí; así, cada vez que planteamos nuestra soberanía histórica y jurídica sobre Ceuta y Melilla, Canarias y sus aguas, y no digamos nada cuando apuntamos una salida vía referéndum al Sáhara, Marruecos sintiéndose ninguneado nos ofrece una respuesta amenazante para hacer ver su discrepancia. Es entonces cuando surgen las tensiones bajo la forma, según analistas no dependientes de una diplomacia vecinal, de chantaje marroquí, de medidas de presión o represivas, de amenazas…

Al margen de generalidades y de divagaciones opinables, para comprender la actual coyuntura hemos de entrar en lo concreto para analizar la situación lo más correctamente posible partiendo de los datos conocidos: el conflicto armado entre Marruecos y el Frente Polisario por la soberanía del territorio del Sáhara Occidental, los efectos derivados del mismo y las posiciones diplomáticas foráneas ante tal soberanía.

La cuestión del Sáhara Occidental

En este encuentro de voluntades hostiles, los saharauis, considerando su soberanía nacional tema irrenunciable y los marroquíes tomando el Sáhara como «causa nacional» (territorio propio), se enfrentan, por un lado, la declaración actual de guerra saharaui (tomada por Marruecos como rotura unilateral del alto el fuego establecido desde 1975) y la continuidad de su actividad armada buscando que esta, creciendo en intensidad, fuerce a Marruecos a una respuesta armada efectiva, y por otro, el silencio marroquí (que está causando daño a la moral saharaui), junto a una intensa actividad diplomática a su favor (tensa para los saharauis) desde la base de sus relaciones con los EEUU y Francia (sus principales apoyos y proveedores de armas).

Una guerra sin, de momento, intervención bélica efectiva marroquí contra las fuerzas saharauis, que ha contado como antecedente, y cuenta también hoy, con una lucha diplomática, desarrollada en continuidad hasta el momento actual por ambas partes, una guerra que busca, en ambos casos, el reconocimiento de sus respectivas posiciones por aquellos países y organizaciones de todo tipo que les son afines o tienen dudas sobre los planteamientos de parte.


Efectivos del Ejército Saharaui, 2013. Fuente: Flickr

Así, en treinta años Marruecos ha conseguido que su tesis, negativa a la autodeterminación, deje de ser debatida en el ámbito internacional, gracias a sus alianzas: socio privilegiado de España, con Francia (país que no ha terminado de reconciliarse con Argelia por la guerra y el periodo colonial), los EEUU, Reino Unido, las monarquías de los países del Golfo Pérsico, decenas de países africanos (cuarenta y uno de estos retiraron el reconocimiento de la RASD como Estado) y algunos países latinoamericanos; gracias asimismo a los acuerdos comerciales establecidos desde el 2000 (ampliados en el 2016 con la visita del rey Mohamed VI al Kremlin) con Rusia (país amigo de Argelia que ha criticado la decisión de Donald Trump respecto a la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara) y también a la colaboración establecida a través de una Comisión Mixta de Cooperación Económica, Científica y Técnica que busca, amén de actuar en diversos sectores concretos (agrícola, pesca, estudios marítimos, industria, automoción, energía, minería y química) la instalación de empresas rusas en territorio marroquí, acuerdos extensivos a defensa, como la presencia de la empresa Kamaz (fabricante de vehículos militares) y la compra del submarino Amur 1650 para vigilar las aguas del Atlántico y las del estrecho de Gibraltar; y, por último, gracias también a las relaciones abiertas con China en materia de pesca, operando, como Rusia, en aguas saharianas.

De esa forma, el objetivo de que el Sáhara fuera reconocido internacionalmente como territorio marroquí («cuestión existencial») se ha ido logrando por las relaciones privilegiadas aludidas, junto a su cooperación con Israel desde los años 60 y el reciente acuerdo Abraham establecido con EEUU bajo la presidencia de Donald Trump; en este acuerdo ha primado, sin ser un país importante en recursos económicos, la posición estratégica de Marruecos en el estrecho de Gibraltar (control y vigilancia), la facilidad de paso por su espacio aéreo en caso de guerra y ser país clave en el control de los flujos migratorios hacia Europa desde África. El precio a pagar por sus ayudas: el Sáhara.

Acuerdos que han proporcionado a Marruecos una sensación de euforia y de poderío geopolítico y geoestratégico como no había alcanzado antes, razón de su beligerante y contundente diplomacia con todos aquellos países que se manifiesten en contra de su tesis soberanista (ahora avalada por los EEUU) sobre el Sáhara Occidental.

Marruecos y EEUU, una relación que se estrecha

Y más aún con la afirmación de Donald Trump (a un mes de abandonar la Casa Blanca) de que “la propuesta [marroquí] de autonomía es, creíble y realista, base para una solución justa y duradera para una paz y prosperidad perdurables” (una autonomía limitada que es contraria a la autodeterminación requerida por el pueblo saharaui) lo que ha supuesto un espaldarazo estratégico a Marruecos que los saharauis esperan que cambie, anulando lo establecido por Trump, con el ya presidente Joe Biden tras su toma de posesión el 20 de enero, algo improbable dada las relaciones de entendimiento establecidas desde tiempo atrás entre los EEUU y Marruecos –teniendo en cuenta además la amistad de Bill y Hillary Clinton con el rey Mohamed VI–.

Por otra parte, la posible apertura de consulados de diecinueve países africanos y algunos árabes en El Aaiún y en Dajla (ciudad en la que se instalará un consulado de EEUU con función económica ya que no hay residentes norteamericanos en la zona) supone el reconocimiento de facto de la “marroquinidad” apuntada, de la soberanía marroquí en los territorios ocupados. Consulados que, considerados «falsos», «fantasmas» e «ilegales» por los saharauis, acentuaron su presión diplomática buscando su cierre, lo que han conseguido con el de Burundi, país que ha querido, según fuentes saharauis, seguir la legalidad internacional, dando pie a la difusión internacional de que “Marruecos ha fracasado en su política de engaños y sus pretensiones de hacer creer al mundo su supuesta soberanía sobre el Sáhara Occidental”.

En la misma línea se ha de tener de cuenta, caso de ser verdad y no propaganda marroquí interesada buscando la desmoralización saharaui, la afirmación difundida a través de algunos de sus medios de comunicación de que la administración central norteamericana, el Pentágono e incluso la CIA, han incluido el antiguo Sáhara español en su mapa oficial de Marruecos (inclusión que, siguen afirmando, ha sido adoptada también por la OTAN).

Signo de continuidad con la posición norteamericana fue la visita de una delegación a Dajla el 10 de febrero encabezada por el subsecretario de Estado para Oriente Próximo y Norte de África, tras su visita a Argel (donde se le consultó por si Joe Biden asumirá la política de Trump relativa al Sáhara Occidental), visita justificada por los nuevos lazos establecidos y la determinación de un inmueble para el futuro consulado de EEUU.


Encuentro en 2014 entre Joe Biden, vicepresidente durante la Administración Obama, y el rey de Marruecos Mohamed VI. © David Lienemann.

Asimismo, como cierre (buscando la imposibilidad de marcha atrás), la Legión al Mérito, en categoría de Comandante en Jefe, otorgada por Donald Trump antes de su salida de la Casa Blanca al rey marroquí Mohamed VI por «su visión y valentía personal, que ha dado nueva forma al paisaje de Oriente Medio y al norte de África y propiciado una nueva era de seguridad y prosperidad» (alusión a la apertura de relaciones con Israel); condecoración entregada en privado a la embajadora de Marruecos en EEUU.

Por detrás de todo está pues la compensación a Marruecos por la apertura de relaciones diplomáticas plenas con Israel, compensación unida a la firma de un “acuerdo de cooperación con EEUU en el campo estratégico militar, incluida la adquisición de armas y otros equipamientos de defensa (¿refuerzo armado visible cara a los saharauis?), así como el entrenamiento de tropas y la cooperación entre los servicios de inteligencia”; hay que tener en cuenta que desde tiempo atrás, desde la Guerra Fría, Marruecos ha sido un aliado seguro para los EEUU, puente efectivo para el traslado de fuerzas a Oriente Medio así como “el ojo vigilante sobre el estrecho y, hoy día, especialmente en la ruta del terrorismo islamista”.

Elementos a los que hay que sumar la posibilidad, según fuentes marroquíes (periódico Al-Ayyam), en proceso de negociación (negada por el Ministerio de Asuntos Exteriores español), dentro de la ¨hoja de ruta para la cooperación militar en materia de Defensa 2020-2030 entre Marruecos y EEUU”, del traslado de la base militar norteamericana de Rota (Cádiz) a Tan Tan, en el Sáhara ocupado, lo que de ser cierto (aunque no parece que se confirme) daría un nuevo espaldarazo a la política marroquí respecto al Sáhara.

Así pues, ante tales hechos, incluida la no respuesta armada efectiva al Frente Polisario, se considera que Marruecos ha aumentado notablemente su poder de negociación internacional durante la última década ganando peso ante la comunidad internacional, mientras que los saharauis han perdido confianza en que la ONU siga defendiendo el referéndum de autodeterminación y termine inclinándose por la tesis de la autonomía. Síntomas: la pendiente, desde 2019, designación de un enviado especial para el Sáhara, el no cumplir con su misión mediadora permitiendo que Marruecos incremente las transacciones comerciales en los territorios ocupados –pesca, fosfatos…–, el desarrollo de infraestructuras en ellos, la unión a Marruecos como provincias y el apoyo y reconocimiento de la instalación en los mismos de hasta 16 consulados de países aliados en el continente africano…).

España ante el desafío del expansionismo marroquí

En este contexto de «batalla diplomática» entre Rabat y la RASD, la búsqueda por parte saharaui del reconocimiento de su existencia ha sido constante (en la actualidad reconocen la RASD más de 80 países entre los que no figuran ni España ni la UE) tanto desde niveles culturales, académicos, sociales de amistad, diplomáticos (con apertura de delegaciones y asociaciones de amistad) por todo el mundo con resultados de más bajo nivel que los alcanzados por Marruecos. Asimismo, en la actualidad, ha buscado que la prensa internacional rompa el silencio marroquí respecto a su política expansionista y a la guerra, y que la comunidad internacional reaccione ante la ola de represión violenta que los saharauis de los territorios ocupados están sufriendo por parte marroquí como forma de represalia al conflicto armado.

Conflicto en el que España, a pesar de las continuas indicaciones por parte saharaui y afines de que tiene una responsabilidad histórica y jurídica en el Sáhara Occidental, incluso por la ONU, que reconoce a España como «potencia administradora», se ha puesto al lado de la UA, UE, ONU y Minurso, apelando a los contendientes a “hacer prueba del sentido de la responsabilidad y de la contención” al objeto de buscar una salida política y pacífica al conflicto actual, así como al contencioso de base mediante el desarrollo de un referéndum de autodeterminación; posición española que afecta a los dos actores en oposición:

  • Por parte saharaui, que no espera nada de España, a pesar de haber sido su 53 provincia, al estar sujeta al chantaje marroquí, dividiendo aún más a la sociedad española y a sus representantes políticos, ya divididos desde tiempo atrás en cuanto a la posición oficial respecto al contencioso del Sáhara, posiciones que, resumiendo, se sitúan, al final, en estar en contra o a favor del expansionismo de Marruecos y que ahora se traducen en apoyo o no al conflicto (en este caso buscando una salida pacífica al mismo).

  • Por parte marroquí en cuanto a las acciones de influencia bajo presión ejercida por las migraciones sobre Canarias y, ahora, sobre las ciudades de Ceuta y Melilla (negadas como españolas por Marruecos).

En el primer caso (Canarias), tolerándolas de salida, supuestamente en contra de los acuerdos establecidos al respecto, como forma de presión para evitar que la parte social y política española a favor del pueblo saharaui se manifieste activamente ante la declaración de guerra saharaui, lo que ha propiciado una situación crítica con la afluencia masiva de inmigrantes a las islas Canarias (procedentes en su mayoría de Dajla, antigua Villa Cisneros en el periodo colonial español, en los territorios ocupados por Marruecos, pero también de Argelia, Guinea Conakry, Senegal, Mauritania, Nigeria y Mali); migrantes que aluden como causa de su diáspora a la situación económica crítica que sufren en sus respectivos países de origen por la pandemia de la Covid-19 y que han escogido tal ruta ante el férreo control policial del Estrecho y del Mediterráneo Central. Migración que, ante la falta de capacidad de absorción por parte de las islas y la falta de un proyecto para ello, sumado al escaso número de deportaciones, ha provocando una crisis político social en el archipiélago.

En el segundo, en relación con las ciudades autónomas, Marruecos, que las considera ciudades marroquíes ha querido que por parte española se abra un debate público al respecto, viene ejerciendo reiteradamente, desde tiempo atrás, con el objetivo de su anexión a largo plazo, una estrategia de asfixia económica (impide el comercio –porteadoras– entre dichas ciudades y Marruecos) mediante el control de apertura y cierre oportunista de las fronteras (en la actualidad se cerraron, aprovechando la lucha contra la pandemia el 12 de marzo y aún permanecen cerradas). Ciudades sobre las que recae la actual presión migratoria, sobre todo sobre Ceuta, acompañada también de diversas fake news para alterar la percepción del problema.

2021. Brahim Ghali, Gaza y la crisis migratoria

Añadir a lo expuesto el retraso de la Reunión de Alto Nivel (RAN) España-Marruecos que estaba prevista para el 17 de diciembre de 2020 bajo el pretexto de la pandemia, ocultando así su verdadera razón: la oposición marroquí «ultrasensible» a las consideraciones españolas, en boca de su ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, respecto al conflicto saharaui apoyando las resoluciones de la ONU y las del entonces vicepresidente, Pablo Iglesias, a favor de los saharauis. Así como, en pleno conflicto, haber acogido al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, bajo nombre falso, enfermo de Covid, en el hospital San Pedro de Logroño, el 22 de abril, por razones estrictamente humanitarias (hecho silenciado por los saharauis y por España); líder que, además, tiene causa abierta en la Audiencia Nacional por torturas y desapariciones de disidentes en los campos de refugiados entre 1976 y 1987 y por la que ha sido convocado a declarar.


Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en la Conferencia de Solidaridad con el Sáhara Occidental de la Comunidad para el desarrollo del Sur de África (SADC), Pretoria, 2019. © DIRCO.

Situación que, según algunos analistas, supone una encrucijada para el Frente Polisario, amén del crecimiento de tensión entre Marruecos y España, tal y como Rabat ha manifestado al embajador de España en Marruecos: acusando al ejecutivo español de deslealtad al no informar a su país de la entrada en España (base aérea de Zaragoza) del líder saharaui en avión medicalizado de la presidencia argelina y con pasaporte diplomático del mismo país, perturbando con su acogida, «premeditada» y «a espaldas de su socio y vecino», las relaciones establecidas, razón por la que Marruecos ha solicitado reiteradamente a España una respuesta satisfactoria y convincente bajo la amenaza de que las relaciones entre ambos países se pudieran ver dañadas; de momento se ha producido la suspensión de algunas reuniones bilaterales de carácter técnico y el aplazamiento de Reunión de Alto Nivel apuntada y, si bien inicialmente no se habían resentido las áreas más sensibles de cooperación: inmigración ilegal y yihadismo, el 18 de mayo se han producido entradas ilegales masivas de inmigrantes irregulares marroquíes en Ceuta (de hasta 10 000 en un solo día con una gran cantidad de menores no acompañados, entrada inédita por su número; de ellos unos 6000 han sido devueltos de forma inmediata) y, asimismo, en Melilla, aunque de menor entidad; entradas que algunos analistas consideran una invasión y un chantaje/forma de presión o maniobra de represalia a España derivada de la entrada sanitaria del líder del Polisario, Brahim Ghali, y, cara a Europa, una búsqueda del reconocimiento de su soberanía sobre el Sáhara Occidental. Movimiento migratorio masivo al parecer planificado, estimulado y apoyado por el gobierno de Rabat.

Tensiones, dentro de una crisis migratoria caótica y sin precedentes y a la vez diplomática como consecuencia, provocadas en el fondo de su origen por el favor prestado a Argelia, el primer país suministrador de gas a España, de recibir al líder del Polisario, sin tener en cuenta los previsibles efectos cara a Marruecos, e incluso al Polisario, que vuelve a instar al gobierno español a aceptar su responsabilidad política y jurídica en el conflicto del Sáhara Occidental obligando a Marruecos a respetar los compromisos internacionales, sin olvidar aquellos sobre las políticas internas: Pablo Casado, líder del PP, se manifestó contrario a la recepción de Brahim Ghali y, por lo tanto, a la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez, y estableció contactos con partidos políticos marroquíes, entre ello con Al-Istiqlal, partidario de la recuperación de Ceuta y Melilla (relación criticada por el Frente Polisario).

Estamos pues en una situación en la que Marruecos, sintiéndose fuerte en el contexto internacional, no ha querido cejar en su política expansionista considerando como afrenta imperdonable admitir la presencia del líder del Frente Polisario en España en pleno conflicto armado.

Y así, Marruecos, mostrando su malestar, trata de coaccionar al Gobierno español para que admita la tesis de su soberanía sobre el Sáhara Occidental y, en ese caminar, somete ahora a Ceuta a una grave presión migratoria (sin respuesta por parte de EEUU, que considera la misma un problema bilateral a resolver entre España y Marruecos), al tiempo que busca ejercer presión sobre la falsa «marroquinidad» de dicha ciudad. Ello sin perder de vista asimismo que Rabat puede estar tratando de derivar hacia el nacionalismo marroquí la crítica popular que pudiera recibir por su relación con Israel, relación que su pueblo no entiende, en un momento en el que, con la violencia en Gaza, los países árabes se están manifestando en apoyo al pueblo palestino (para salir al paso de tales críticas, Marruecos ha enviado ayuda humanitaria al pueblo palestino).

Presión marroquí sobre España, concretada ahora en Ceuta, que ha originado la respuesta contundente e inmediata del Gobierno español respecto a la soberanía española de dicha ciudad y al recordatorio de que su frontera lo es con España y también con la UE; respuesta que no ha dejado indiferente a Marruecos, que además ha recibido quejas de algunos ciudadanos por la manipulación ejercida sobre aquellos jóvenes a los que ha empujado al riesgo de la migración, lo que ha obligado, según parece, al cierre de su frontera e impedido el acceso a la misma con sus fuerzas de seguridad.

Tensión «vecinal», grave y compleja, que, estando Marruecos y España condenados a entenderse en la base de intereses comunes confirmados, la vía diplomática habrá de resolver desde el respeto mutuo, mejor más pronto que tarde, para salvaguardarlos y poder crear un camino futuro de entendimiento.

https://www.despertaferro-ediciones.com/2021/ahora-ceuta-el-expansionismo-marroqui/


Estando ya el tema de Ceuta y Melilla más frío, os traigo este estupendo análisis de Desperta Ferro y de Fernando Pinto Cebrián al respecto. No solamente de ese suceso "puntual", sino un análisis más pormenorizado de todo el conjunto. Lo pondría en el hilo de la Neo-Guerra Fría, pero es bastante extenso y más específico que un enfrentamiento entre potencias al uso. Sin más, espero que os guste y tengamos un debate saludable!

Un saludo!

WaRdIx

Yo voy a aprovechar, mi mujer no es española y no entiende del tema. Le he puesto este video que es un RPV de 8 min no se si estaria en el otro hilo.

NSFW
B

Está muy bien el texto pero se me ha hecho un poco indigerible, se repite mucho en varios párrafos que vienen a decir lo mismo.

Pero vamos, buena línea de debate. España en este caso debería dar un golpe en la mesa y posicionarse claramente a favor de la autodeterminación en el Sáhara Occidental.

ogeuF

el futuro de ceuta y melilla es oscuro y con los independentistas del sahara, puede ser un tiro en el pie.
pues el lio que se produciria en la peninsula puede ser chiquito o hay que recordar que 2 autonomias en mayor o menor medida, buscan lo mismo?

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xemi

Joderrrrr. Soldados dignos de Mordor.

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Don_Verde

#4 Ceuta y Melilla no creo que tengan un proyecto de independencia ni residual siquiera. El problema es cederlas a un estado que su única legitimidad al respecto es...bueno...un mapa que dice Gran Marruecos.

Yo intentaría hacer un tratado fronterizo dándole los peñones y los islotes, que no nos sirven para nada, a cambio del reconocimiento oficial por parte de Marruecos de la soberanía española en Ceuta y Melilla.

4 respuestas
Chaotic

Vosotros creeis que un partido como Vox tendria, huevos a plantar cara? O a la hora de la verdad, toda esa propaganda se resumiria en bajarse los pantalones como viene siendo habitual?

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Don_Verde

#7 Teniendo en cuenta que plantar cara implica enfrentarse con USA, gran aliado de Marruecos...

España debe conseguir apoyo de la UE en ese asunto lo antes posible. O incluir Ceuta y Melilla en el tratado de protección de la OTAN. Sino, seguirán siendo un problema ad infinitum.

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Kenderr
#6Don_Verde:

Yo intentaría hacer un tratado fronterizo dándole los peñones y los islotes, que no nos sirven para nada, a cambio del reconocimiento oficial por parte de Marruecos de la soberanía española en Ceuta y Melilla.

Yo no les daría nada y empezaría a dañar de forma creativa todo su comercio con Europa.

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B

#7 me da a mí que lo único que le interesa a VOX es el discurso del inmigrante nos quita el trabajo y nos ocupa los pisos.

A la hora de la verdad habría que ver su política exterior con Marruecos. Más bien creo que le seguiría el juego y que seguiría culpando al inmigrante en vez de a la causa real del problema.

Ya no hay colonias en África ni los usamos como esclavos en el papel, pero en la práctica seguimos saqueando sus recursos y utilizándolos como mano de obra barata.

ogeuF

#6 entregar territorios aunque sean cascotes, supondria tambien una revision de las aguas imagino, otro puntal mas para lapidar el sector pesquero en el sur, que ya de por si, hacen malabares para subsitir.
pero vaya, yo creo que seria lo mejor lo que tu dices, pero con estos actores politicos que tenemos ahora gobernando, miedo me da, y los de la oposicion, pff es como no ver la luz en el tunel en lustros xd

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Don_Verde

#9 Para eso España tendría que tener de dirigentes a gente capaz de llevar un enfrentamiento entre estados de forma lógica. Algo que no tenemos.

Un tratado fronterizo nos garantizaría, al menos, un largo tiempo de tranquilidad. Y si les damos los peñones y eso, literalmente, no le estamos dando nada.

#11 Si no recuerdo mal, los peñascos no tienen aguas territoriales. Solo son peñascos, islotes y demás rodeados de aguas marroquíes.

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Kenderr

#12 Si les das los peñones, al poco sudaran del tratado e irán a por más.

Con los abusones solo funciona el bonk y estos no van a detenerse con unos peñones de mierda.

Ahora nuestra principal ventaja es el comercio, para vender a Europa tienen que pasar por nuestras carreteras y controles. Yo empezaría atacando su agricultura y retrasar con cientos de controles cada camión. Ya veras que gracia cuando se les pudra todo en la frontera porque Pepe el Guardia civil tiene que revisar cada sandia a mano.

Ellos pueden hacer lo mismo... pero... lo que importan nuestro no caduca.

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Don_Verde

#13 Un tratado fronterizo firmado con USA de intermediario. Si nuestro papi está en medio y dice: "Chavales, esto es así, dejad de pelearos", al menos nos da unas décadas de tranquilidad.

Pero vamos, Marruecos no lo va a firmar ni de coña. Le interesa MUCHO que el problema siga latente para que la gente no se preocupen de problemas internos.

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Thouy
#12Don_Verde:

un largo tiempo de tranquilidad

Sí, ya. Hasta que a los 2 meses el pueblo marroquí se de cuenta otra vez de que están a merced de un mafioso déspota y que tienen menos futuro que el Alcollano en primera y a alguien le de por agitar a los enemigos externos otra vez.

O hasta que a otro random usano le de por desestabilizar la geopolítica internacional por meterse en un fregao que no sabía ni que existía.

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Don_Verde

#15 Lo que he puesto en #14 . Tratado firmado con USA y con la UE de testigos y valedores. Acuerdos bilaterales no valen para nada, ya hicimos eso en el Sáhara y la ONU todavía nos lo está recordando.

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Kenderr

#14 Sep, al buen enemigo exterior.

En Italia estuve trabajando en una ONG, una parte era ayuda a la búsqueda de empleo. Me acuerdo que un día vino una marroquí y lo primero que me dijo al saber que era Español fue: Ahh Español, nos robasteis Ceuta y melilla.

Mi cara de wtf era genial.

Thouy

#16 He hecho un edit tras leer #14 pero es que eres más rápido que un incel con su primera prostituta xD

Netzach

#8 Mientras Francia esté con Marruecos no va a haber apoyo de la UE.

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Don_Verde

#19 Es hora de la venganza por tirarnos los tomates en la frontera :new_moon_with_face:

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Netzach

#20 No tenemos nada que hacer mientras el Rey de Marruecos se siga dejando los cuartos en follarse maromos en Francia... aunque eso es lo que deberíamos pregonar en su pueblo.

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Don_Verde

#21 Francia puede ser el mayor lastre, pero seguro que Italia o Grecia estarían de acuerdo firmar apoyos a cambio de un programa conjunto de mejora de las fronteras europeas. Por ejemplo.

Pero vamos, es explicarle geopolítica y dialéctica de estados a nuestros líderes, unos incapaces desde hace siglos. Caso perdido.

B

Que grandes los de Desperta Ferro, al igual que la revista Ejércitos.

Tienen toda la ética y profesionalidad de la que carecen muchos medios de primera fila.

choper
#6Don_Verde:

Yo intentaría hacer un tratado fronterizo dándole los peñones y los islotes, que no nos sirven para nada, a cambio de

Tú mismo lo dices; le quieres dar cosas que no les valen ni a ellos y a cambio pretendes un "reconocimiento" que aunque te lo den de forma oficial, por detrás van a seguir maquinando lo que les salga de los cojones.

Más reconocimiento que el actual no existe; ceuta y melilla son territorio español y como tal no hay mayor evidencia que esa. Y si Marrueco no lo acepta ahora no lo va a aceptar nunca.

Nada de dar cosas a cambio de que unos

NSFW

(su gobierno) "ratifiquen" que x territorio español es.... español. Es decir ya es español, no hay nada que "aceptar bilateralmente". Sería ridículo.

Lo que se debe hacer con países hostiles simplemente es lo que dice #9 ; empezar a cortar sus rutas comerciales hacia europa y por supuesto dejar nosotros de comerciar con ellos.

No se negocia con terroristas gentuza.

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Kenderr

#24 Yo seguiría comerciando, lo que haría es lo mismo que ellos, joder sin que sea demasiado obvio y hacerme el sueco.

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choper

#25 Sï, hacer las cosas sin avisar y lo que nos salga del pito. Por supuesto.

Pero creo que seguir comerciando con ellos es un error porque al fin y al cabo estás contribuyendo con su economía. Y eso no.

Para mí el tema es aceptar o no a un vecino de mierda. Yo soy partidario de no aceptarlo y dado que nos separa agua exepto en ceuta y melilla; creo que simplemente habría que blindar las fronteras y desentendernos totalmente de ese país.

Un tratado (o por la fuerza si no quieren) que diga que si entran inmigrantes se los devuelve en 24 horas máximo y au. Y me suda los huevos si eso escala de la forma que escale por su parte. Con cabezas de cabra sólo hay un modo de entenderse.

Llamadme Trumpy-turbo-nanci si queréis, me la pela. Muro de 5 metros de alto y 1 metro de grosor de hormigón, hasta las trancas de concertina. Y buenas tardes.

Y yo estaba de acuerdo con quitar concertina como hicieron, que era algo que nos reprochaba Europa. Pero visto lo visto, que nuestro vecino es escoria; pondría más.

Algún día nos daremos cuenta que occidente, por desgracia, no es compatible con la gran mayoría de países islamicos de oriente medio y norte de africa (por muy "soft" que pretenda ser marruecos). Y viceversa. Hasta que dejen el medievo; fronteras lo más altas y gruesas posibles. Yo hace años no pensaba así, pero cuando la realidad te pasa por encima pues es lo que hay...

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Tochomosca

Ceuta y Melilla muy mal, pero Gibraltar es la polla. Me comen los cojones los países como U.S.A y los que apoyan a marruecos. A ver cuándo dejamos de ser los putos subnormales del planeta y empezamos a enriquecer uranio. O follamos todos o la puta al río.

ogeuF

#26 lo de la concertina es un arma de doble filo, se salta un menor, se queda invalido o parcial y encima españa va a tener que mantenerlo no 18 o 20 años, sino hasta que la palme.

B

#26 Lo bueno de esa táctica es que de cara a los argelinos ganaríamos +100 en relaciones diplomáticas xD.

Y en Argelia tenemos intereses de primera, lo malo es que de cara al eje eeuu-rusia nos distanciaria más aún de usa xD.

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choper
#29rusillo-:

nos distanciaria más aún de usa

Como si nos distancia de la misma Tierra, lo que no podemos es ser inundados año tras año por miles de inmigrantes ilegales.

Usa que se meta su hipocresía por el culo. Ya ves tú qué problema si usa, el país del tiro al pato en la frontera con méjico, se pone a llorar porque nosotros blindemos nuestra frontera africana para evitar inmigración ilegal... No dormiría por las noches vaya...

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