Haciendo escalada libre, me encontré en una vertical sin salida y me entró el agobio, me bloqueé y no veía salientes posibles para un agarre, ni siquiera siguiendo la ruta que me había llevado allí, con mis compañeros al pie del acantilado a unos 60-70m y sin móvil encima que iba ( sólo una bolsita de magnesia y utiles mínimos ).
Ellos desde abajo no podían ver una mierda, y entre los nervios las manos sudorosas, que ni con magnesia me parecía pillar agarre, las piernas que me empezaron a flaquear, decidí tirar para arriba como fuera, cogí un saliente, quebró la puta mierda de arcilla de que estaba echo y conseguí fijarme de milagro en otro que había 20 cm. más a la derecha, dejandome en una posición poco ortodoxa y rezando como un puto loco.
Afiancé posición y tuve que dar un buen par de saltos hacia arriba pillando ya 2 "boques" propicios donde me pude parar y verlo con más tranquilidad.
No hay duda que el subidón de adrenalina que me dió fue lo que evito que cayera, porque a dia de hoy, sigo sin creerme los reflejos que me salvaron cuando me falló el primer saliente.