Buenas, antes de nada advertirte que voy a contar parte de mi vida. Va a ser una parrafada larga así que si no estas muy interesado deja de leer, tampoco te pierdes gran cosa.
Te estarás preguntando "¿Por qué? ¿por qué tiene que venir este usuario a contarme un rollo cuando a mi ni me va ni me viene, y dificilmente puedo aconsejarle?". Pues bien la respuesta es sencilla, la anonimicidad que nos brinda internet rara vez la encontramos en otro sitio. Y de vez en cuando viene bien desahogarse con un desconocido.
Empecemos, intentaré resumir, y ante todo seré sincero hasta la saciedad, siempre lo he sido, quizá es uno de mis principales defectos.
Nací hace 25 años en una ciudad del interior de apenas 20.000 habitantes, hijo de una profesora de francés y un Directivo de una empresa de Cerámica. Sin vivir en lujos tanto a mi hermana (3 años menor que yo) como a mi nunca nos falto de nada.
La verdad decían que era un niño precoz enseguida empecé a hablar, hacía cálculos y leía antes que casi todos los niños de mi edad. Mis padres me llevaban a psicólogos pues decían era un niño "especial" estos psicólogos me hacían gran cantidad de test con figuritas y laberintos. Apenas recuerdo aquellas sesiones pero si la cara de mi Madre cuando los médicos le daban los resultados, una cara a camino entre la ilusión y la preocupación.
Parece ser que dijeron que era muy "adelantado" y que necesitaba ir a un colegio especial o corría el riesgo de sufrir rechazo o fracaso escolar. Debido a que no había colegios de este tipo en la localidad donde residía optaron por que continuara en el colegio donde estaba estudiando, el colegio donde mi madre trabajaba.
Era un niño gordito, aunque alto, que tenía grandes mofletes y cara de pan. Mi familia decía que era muy guapo pero yo no lo veía así. Pasé la etapa del colegio e instituto sin pena ni gloria, sacando buenas notas (8,22 en selectividad) No me gustaba estudiar, pues no había nada en especial que me gustara ni me llamara la atención, quizá un poco la física pero no lo suficiente como para apasionarme. Si estudiaba era para no oir gritar a mi madre (siempre ha sido muy muy exigente) y también para poder ir a estudiar a la universidad en la capital, lejos del entorno familiar.
Siempre he caído bien a la gente y pese a mi tremenda timidez hice buenos amigos que aun mantengo, aunque no me gustaba salir de fiesta, me sentía acomplejado. Cuando intentaba hablar con una chica me sudaban las manos, me ponía rojo y hasta tartamudeaba. Así que mientras mis amigos empezaban a ir con chicas yo me quedaba en casa y me autocomplacía.
Tras un año viviendo en un piso de estudiantes con 3 amigos, cursando una ingeniería técnica y sin comerme un rosco en las famosas "fiestas universitarias" decidí cambiar de vida, no podía seguir así me odiaba a mi mismo y estaba lleno de inquietudes. Parecía que encontré una verdadera vocación: iba a ser Policía.
Siempre me había gustado aunque creía que era típico de críos emocionados tras ver películas, pero pensándolo profundamente llegué a la conclusión de que era para lo que estaba hecho. Me gustaba el orden y veía necesario las leyes y su cumplimiento, además sabía que en situaciones de peligro reacciono con sangre fría y haciendo lo correcto.
Me empecé a preparar y el primer año aprobé las pruebas teóricas pero ni me presenté a las físicas pues estaba hecho un barrilete. Tenía que hacer flexiones de barra y yo creo que si me hubiera colgado de la barra la hubiera partido. Así que empecé a entrenar para la siguiente convocatoria, y entrené duro, muy duro, como nunca había hecho nada antes. Por fin dejé de ser un vago y estaba haciendo algo bien en la vida. Perdí 20 kg en 4 meses y estaba ilusionado iba a ser policía y tener un futuro.
Me puse a trabajar mientras me sacaba la oposición, empecé a salir con los compañeros del curro, eran todos unos golfos, salían y no paraban de tirar la caña a las chavalas y siempre acaban con alguna, mientras yo me quedaba quieto en la barra del bar. Pero poco a poco empecé a soltarme, seguía en el gymnasio y me gustaba mi cuerpo, estaba atlético y empezaba a comprarme ropa ajustada y moderna. Notaba como las chicas me miraban y empecé a "triunfar".
Pero fue pasar de la nada al todo, ya solo vivía para ligar, no se si era la falta de autoestima, pues nunca me había enamorado, o la inmadurez, pero solo salía para ligar, solo vivía para ligar. Me liaba con tias pero no iba a más, pues tenía 21 años y aun no había hecho el amor, tenía vergüenza de parecer un pardillo (que lo era). Por fin conocí a una chica con la que todo era genial, la conversación brotaba fluida y me sentía muy cómodo con ella, era guapa aunque un poco baja de estatura. Lo hice con ella, fue genial, a las dos semanas la dejé, quería conocer otras chicas. Era un cabrón.
Entre tanto se acercaba la fecha de la oposición. En una de esas noches locas en las que bebía hasta arriba y le entraba a todas las chicas de la ciudad, sucedió. Cogí el coche, borracho como una cuba y tube un golpe, vino la policía y me hizo soplar. Debí soplar demasiado fuerte porque no les gustó nada y me llevaron detenido ante el juez.
Sentencia: condenado por un delito de conducción bajo efectos del alcohol.
Pena: 1 año de retirada del carnet, 500€ euros de multa y lo peor, 3 años de antecedentes penales sin poder presentarme a ninguna oposición pública.
Fue mi ruina, todo lo que había estado haciendo no servía para nada, 3 años sin poder conseguir mi trabajo! por el que había estado luchando y que había hecho que por primera vez en la vida disfrutara de algo, y me sintiera a gusto conmigo mismo pues me estaba esforzando.
Conocí a una chica estuve con ella unos 6 meses, estaba completamente enamorado, nunca pensé que se podían sentir tantas cosas, por primera vez estaba viviendo la vida plenamente. Pero yo no era feliz, era un fracasado, tenía antecedentes y era una vergüenza para mi familia. Todo empezó a ir mal y la dejé, aun estando enamorado.
Asi que tras un periodo de tiempo en que solo me apetecía estar en mi cuarto lo que hice fue caer en la fiesta, salía día tras día, borrachera tras borrachera, chicas y chicas sin parar... hasta que todo empezó a ir mal. No se si por la depresión que podía tener, por lo de los antecedentes o porque tenía que ser así, pero empecé a fracasar con las chicas en la cama. Tenía EYACULACIÓN PRECOZ, no sentía las sensaciones como antes, la erección venía enseguida y no llegaba a los límites que alcanzaba anteriormente. Acababa en unos minutilllos, a veces incluso antes de meterla.
No tenía ningún futuro profesional, había dejado la universidad, y encima era un desastre en la cama, seguía gustando a las chicas pero pasaba de ellas, no quería hacer el ridículo. Encima me estaba aislando de mis amigos, pues siempre había sido un chico alegre y chistoso, y odiaba que me vieran decaído.
Movido por la desesperación me gasté parte de los ahorros en poner solución, un sexólogo caradura que solo decía chorradas, un urólogo ignorante y así hasta un total de tres urólogos distintos que conseguían ilusionarme con que tenía solución pero que yo no veía ninguno resultado.
Conclusión: a día de hoy vivo con mi hermana, en un piso en la capital, no tengo interés alguno en el sexo, y eso aunque pueda parecer superfluo es una desgracia, me falta esa chispa de la vida. No tengo ganas de salir, no tengo esperanzas de volver a encontrar el amor, y no tengo fuerzas para seguir estudiando, pues me he matriculado en otra carrera pero no tengo aliciente. Los dias pasan volando pues estan vacios. Soy un desastre.
No tengo ganas de seguir viviendo, para qué? llevo 2 años sin hacerlo, nunca más lo voy a hacer. Encima he dejado de hacer deporte por la desgana y estoy cogiendo kilos a una velocidad vertiginosa, lo que hace que aun tenga menos ganas de salir y disfrutar.
En fin siento haberos dado la chapa, se que es un rollo y apenas unos pocos lo habrán leído entero, pero necesitaba contarlo a alguien. Estas cosas no son fáciles de decir y menos a familia o amigos.
Saludos.