Una anécdota graciosa. Ayer: oficina de extranjería. Por cosas de la vida me encontraba allí con mi novia que, también por cosas de la vida, es extranjera. Ya va la tercera visita, en fin, qué le vamos a hacer.
Llegamos, y quizá por mis pintas de inglés o porque no abrí la boca hasta que no fue necesario nos toman a los dos por guiris. Ahí es donde al funcionario en cuestión, que da igual si se llama Paco, Maria, Pepe o Luis porque todos están cortados por el mismo patrón, comienza a tratarnos como si fuésemos basura. Ni te saludo, ni te miro, no te dejo explicarte y cuidadito como digas algo con un acento extraño que arrugo el morro y te digo que no te entiendo, y como no entiendas sus explicaciones a medias te trato como un tontito y te invito a largarte. Luego se dan casos excepcionales como el tipejo que en medio de lo que mi novia le estaba preguntando sacó el móvil y se puso a mirar el WhatsApp.
Al final tengo que saltar, con "quizá no estás entendiendo lo que ella te quiere explicar porque no dejas de interrumpirla". Vaya, sorpresa, el tío ingles que ha estado callado todo el rato resulta que es español, vamos a suavizarnos. De repente el funcionario de turno pasa de ser un ogro a un tipo que finge ser educado.
No sé, no me quiero poner quejica, ¿pero de verdad tengo que compartir país con gente así?¿Y pagarles el sueldo? No es que le tenga tirria a los funcionarios, que también, ¿pero tanto cuesta colocar a gente con conocimientos de, al menos, inglés en una maldita oficina de extranjería? O ya no con conocimientos de idiomas, ¿es que cuesta tanto colocar a gente con un mínimo de empatía -que ya ni simpatía, empatía- en un maldito punto de información? No creo que las oficinas de extranjería necesiten a esta serie de gañanes sacados de una película al azar de Torrente que parecen llevar el "a mi me hablas en ejjjpañol" tatuado en la frente.
Pero hey, hey, que esto pasa en todo el mundo, solo tenía tiempo libre, batería en el móvil y ganas de quejarme de algo. Pero hay que ser basura para tratar así a un extranjero. Y esto es a ella, y teniendo a un español al lado, ahora imaginad las situaciones que se tragan los que chapurrean español y no tienen la suerte de ir acompañados.
Tampoco hace falta que ponga una foto o el nombre de los impresentables que nos atendieron, con que veáis imágenes de una manifestación de funcionarios ya podréis ponerles cara. A la hora de quejarse y poner el cazo son los primeros.
Besos, bebés.