La justicia, y en particular la sección octava de la Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado la sentencia de 2009 en lo relativo a la veracidad informativa del diario EL MUNDO respecto de la información aportada sobre los atentados de Madrid del 11 de Marzo de 2004, y muy en concreto, sobre todo lo concerniente a Sánchez Manzano.
C&P de ELMUNDO.ES - En dicha sentencia, el juzgado de primera instancia número 56 calificaba de "veraz" la información obtenida por este diario. Ahora, la Audiencia Provincial se suma a las conclusiones de dicho juzgado al considerar que "la información contenida en los artículos objeto de enjuiciamiento ha sido veraz".
La Audiencia rechaza nuevamente la demanda del comisario contra el director de EL MUNDO, Pedro J. Ramírez; su vicedirector, Casimiro García-Abadillo; el redactor jefe Fernando Múgica y el columnista Federico Jiménez Losantos, en la que reclamaba 300.000 euros.
Verdad periodística
El tribunal la Sección Octava de la Audiencia, presidido por Antonio García Paredes, avala en múltiples ocasiones la actuación del diario y sostiene que "la verdad periodística no tiene por qué coincidir con la verdad judicial (de la misma manera que ésta no coincide a veces con la verdadera realidad de los hechos y no por eso es maliciosamente falsa)".
Igualmente, destaca que lo que el comisario presentó como "una campaña de la prensa" en su contra no es tal, y que "las frases descalificadoras y los epítetos mordaces" hacia Sánchez Manzano "responden más a la rabia periodística de percibir que la verdad de los hechos se podía escapar que a una intencionalidad lacerante contra el señor Sánchez Manzano quien, al fin y al cabo, era un peón del gran ajedrez en el que el Estado se estaba jugando la partida de la persecución y el castigo de los terroristas".
¿Y ahora que?
Pues ahora mismo, este supone un importante paso para volver a exigir una vez más los documentos sobre los procedimientos de los Tédax al ministerio de Interior, cuyo ministro se ha negado una y otra vez a facilitarlos, en base a la ley de secretos oficiales que curiosamente no existía cuando el propio Manzano usó dichos documentos públicamente contra el diario EL MUNDO y la plataforma Peones Negros.
La clave está en la entrega de dichos documentos al juzgado donde se instruye la causa contra Sanchez Manzano, ya que éstos delatarían su actuación antireglamentaria y delictiva en lo referente a las pruebas de los explosivos y su denegación a los laboratorios de policía científica, entre otras cosas.