Es gracioso lo de comentar alturas y gimnasios, como si importara de algo. Estamos en sociedad, y los críos están sobreprotegidos de toda la vida, porque ningún adulto puede levantarles la mano (cada vez incluso menos los padres), así que imagínate el miedo que deben tener de vuestros bíceps y las hostias imaginarias que podéis darles.
¿Que importa que seas más fuerte, más alto o más guapo? Esto no es la jungla, es una sociedad con unas reglas que te pueden dar por culo aunque no sea lo justo.
La realidad es que no podéis hacer nada y ellos pueden reírse todo lo que quieran de vosotros. Lo saben ellos y lo sabes tú que vienes a desahogarte aquí, sin poder cambiar un ápice de la situación. Ellos dan la "lección de realidad" de la que habláis con el supuesto de darles un tortazo, y no al revés.
De hecho cualquier escalada en hostilidades que hagáis os va a perjudicar si o si. Imagínate que empezáis a mofaros de ellos o a molestarles de cualquier forma y viene uno y os pega una patada en la espinilla u os escupe en la cara. Te la llevas y procura no hacer nada por tu bien.