Ahora Rincón de la Victoria comparte con PSOE, IU y Partido Andalucista (PA) «que hay determinadas celebraciones que no sólo se ven con un sentido religioso, y que también lo pueden tener civil o social», afirma Antonio Moreno, el concejal de Haciencia del Consistorio.
Desde el Ayuntamiento se presenta esta propuesta para dar la oportunidad, dicen, a las familias que lo deseen y que no tengan ninguna inquietud religosa de hacer una ceremonia de paso de la infancia a la preadolescencia de sus hijos, eso sí, siempre abonando las tasas correspondientes.
Los niños que protagonicen estas comuniones civiles no tendrán que tener la misma edad que los de las comuniones tradicionales, sino que serán sus familias quienes decidan cuándo se llevarán a cabo.
Respecto a la localización del evento –como ocurre con las bodas civiles– serán a la carta, los interesados son quienes decidirán el escenario, como el Ayuntamiento, las playas del municipio, los acantilados de El Cantal o La Cueva del Tesoro.
Además de la comuniones, también se incluyen en la ordenanza bautizos civiles, y bodas de oro y de plata. «Esta propuesta surge porque actualmente estabamos celebrando bodas de oro y no contábamos con una regulación», explica el concejal. En la ordenanza no figura el término de «comunión civil», sino que se engloba dentro del concepto de «Bodas y otras celebraciones civiles», tal y como como se conocerá a la norma presupuestaria.
Antonio Moreno destaca la diferencia entre un acto legal y jurídico y una ceremonia social. Una boda civil es un acto legal y jurídico, en cambio, otras celebraciones –bautizos y comuniones civiles– son meramente sociales.
La medida pretende regular únicamente el carácter fiscal mediante el pago de las tasas, pero si las familias lo desean, el Ayuntamiento podrá ser considerado testigo legal de la celeración de la ceremonia.
El párroco de Rincón de Valencia, aunque no quiere posicionarse al respecto, sí ha explicado que «no sé cómo lo harán, pero no son bautizos, ni comuniones». Tras dejar clara esta idea, el párroco también añadió que él, como sacerdote católico, «hago lo que dicta la Iglesia. No quiero meterme en el tema, es competencia del Ayuntamiento».
Rincón de la Victoria ha querido seguir la estela de El Borge, que fue el primer municipio malagueño en posibilitar los bautizos civiles, tras ser aprobado en el año 2008 un reglamento para acoger este tipo de rituales y posicionarse a la cabeza en la celebración de estos eventos dentro de la provincia.