El ayuntamiento de Waterloo ha abierto un procedimiento sancionador en relación con el acto que Inés Arrimadas organizó el domingo pasado enfrente de la casa donde reside Carles Puigdemont es esa localidad belga.
La líder de la oposición se trasladó a Waterloo respaldada por su grupo parlamentario prácticamente al completo, para llevar a cabo un breve acto, duro sólo 10 minutos, para con el fondo de la casa de Puigdemont al fondo, recordar al expresident de la Generalitat, que “la República no existe”.
La alcaldesa de Waterloo, Florence Reuter, ha confirmado la abertura de los expedientes, para indicar sanciones administrativas municipales.
Uno de los expedientes es por convocar “una manifestación sin autorización en la vía pública, lo que puede provocar dificultados a la circulación o incomodar a los peatones.
Un segundo expediente se ha abierto por perturbar la tranquilidad pública. Se refiere al generador para alimentar el equipo de megafonía que el equipo organizador del acto puso en marcha, y que ocasionó las quejas de algunos vecinos que llamaron en su momento a la policía.