Buenos días, tardes, o noches:
Soy el Inspector Jefe del CNP, con CP 16586, responsable de la investigación del caso conocido como ?el Chivatazo?. En base a esta circunstancia y a las noticiasvvertidas en los últimos días en los medios y por los representantes sindicales de la Institución a la que pertenezco, propagando la idea de que soy yo el autor de los hechos, me dirijo a Vds. con la esperanza de que publiquen esta extensa carta, que es fundamentalmente de agradecimiento pero, también, con la pretensión de que me den la oportunidad de ejercer el derecho a defenderme, aunque no pueda hacerlo como me gustaría porque mi defensa se sustenta en el contenido de la investigación que dirigí y ésta, como Vds. bien conocen permanece bajo el secreto sumarial, y no seré yo, precisamente, quien quebrante ahora este secreto después de haberlo mantenido durante tres años, como es mi obligación, aunque ello me esté perjudicando actualmente.
¿Como íbamos a imaginar el Juez Marlasca y yo en Enero de 2006, cuando nos desplazamos a París, acompañados del Fiscal Del Moral, para reunirnos con M. Le Vert y una Fiscal del Tribunal de Gran Instancia de París, con la finalidad de constituir el primer equipo conjunto hispano francés (ECI ? Equipo Conjunto de Investigación) que investigara el aparato financiero de ETA, que tan solo unos meses después, concretamente el 04 de Mayo, dos policías, de forma canallesca y servil, colaborarían con los terroristas para reventar una operación que se venía investigando desde 2004 por mi Sección (mucho antes por la BPI de San Sebastián) y que iba a culminar ese día ?pillándoles? con las manos en la masa después de tantos meses de esfuerzo y dedicación?.
Y ahora D. Fernando, resulta que algún periodista de algún medio de comunicación y algunos representantes sindicales de mi Organización propagan que yo he sido el autor de semejante felonía, quizás porque pocos saben (aunque alguno de los propagandistas sí lo conocen) que el día 04 de Mayo, a la hora en que se produjo la delación, yo me hallaba, precisamente, junto a 2 inspectores de mi sección, sentado frente a Vd. en su despacho del JCI nº 5 de la Audiencia Nacional, repasando las últimas novedades operativas de la tarde anterior, además del contenido del Informe Marco que sustentaba el resultado de la investigación y que, durante la noche del 03 al 04 de Mayo, habíamos ultimado para entregárselo a Vd. y a M. Le Vert durante esa misma mañana, según el compromiso adquirido con M. Le Vert la tarde anterior.
Quizás me acusan también de ser el autor porque tampoco saben muchos (aunque alguno de los propagandistas bien que lo conoce), que durante la tarde del día 04 de Mayo, después de la villanía, el Juez Marlasca y yo estuvimos codo con codo desde la Audiencia Nacional, haciendo lo imposible para que la Policía francesa detuviera a ELOSUA y a CAU en Bayona. Y, de esta forma, iniciar el operativo previsto, porque acababan de tener una cita y el ECI desplegado en la ciudad francesa había comprobado que ELOSUA entregaba un sobre a CAU, en la creencia, entonces, de que en el sobre iba el dinero que en principio tenía que haber sido recogido en España por CAU.
Gestiones, tanto del Juez como mías que sorprendentemente no fructificaron y que provocaron una tensa discusión con los franceses, hasta el punto que yo fui llamado al orden por mis superiores por poner en peligro las relaciones bilaterales, cuando en realidad habíamos estado defendiendo, con vehemencia eso sí, los intereses de España, que no eran otros que detener a una red de terroristas, y que lo habíamos hecho amparados por los principios de confianza mutua y reciprocidad que regulan la constitución de los ECIs.
¿Qué contradicción, verdad Señoría?, esa doble condición novelesca propia de John Le Carré pensar que pude reventar el operativo en España alertando a ELOSUA (menos mal que yo estaba con Vd) y unas horas después intentar por todos los medios, también junto a Vd., que Francia detuviera a los mismos actores, en Bayona, porque los hechos se producían tal como se habían previsto con la única diferencia que la cita tenía lugar en Bayona en vez de en el interior del Bar Faisán de Behobia.
A la vista de las noticias que se difunden, quiero darle las gracias Señoría, y quiero hacerlo públicamente, por haber confiado en mi y en mi equipo de investigación, encargándonos expresamente que investigáramos los hechos, quizás porque Vd. sabía que nadie mejor que nosotros podía contextualizar los datos, los acontecimientos, el sentido de las conversaciones y de las llamadas, la relación espacio temporal, la disposición de los que participaban en el operativo, etc.
También quiero darle las gracias, Señoría, por la arriesgada decisión que tomó disponiendo mediante Providencia dirigida al Secretario de Estado, que tanto yo como el equipo de investigación pasara a depender directa y exclusivamente del entonces Subdirector General Operativo (hecho que tuvo lugar 20 días después del chivatazo, nunca antes como de forma tendenciosa y falsa publica algún medio de prensa, insinuando que yo despachaba antes directamente con el SGO. Si alguien tiene interés que compruebe mi tráfico de llamadas para ver si antes de esa fecha yo tenía contacto con él), con el fin de garantizar nuestra autonomía e independencia de investigación, librándome de la insoportable presión y de las vejaciones a las que fui sometido desde el día 04 de Mayo en el seno de la C.G.I.. y que, quizás algún día, revele en toda su amplitud.
Dice y/o sugiere alguno de los medios y alguno de los representantes sindicales que el día 04 de Mayo se apagó la cámara que día a día permanecía grabando la entrada al bar Faisán. Quizás lo dicen porque tampoco saben (aunque alguno de los propagandistas bien que lo conocen también) que la cinta de ese día, con las imágenes, se remitió íntegra al Juzgado, y así consta en el procedimiento, y que, precisamente, nos basamos en ella para fijar alguno de los criterios de investigación, como así consta, también, en los informes policiales remitidos al Juzgado.
Dice alguno de los medios y alguno de los representantes sindicales que he sido promocionado por el Ministro del Interior y que se me han concedido 3 Cruces Rojas y, aunque no entiendo muy bien cual es la interpretación que se pretende que cale en la opinión pública, quizás lo dicen porque también ignoran, otra vez, y van ? que el 04 de Mayo yo ya había sido propuesto por mis superiores de la CGI para ejercer un cargo de mayor responsabilidad que el que ejercía entonces y que, a raíz de los acontecimientos de todos conocidos, fue abortado por el responsable de la CGI. Menuda promoción ¡eh!.
Respecto de las Cruces Rojas, mi equipo y yo mismo fuimos recompensados por el éxito de la desarticulación de la Red de Extorsión de ETA (por fin se había hecho algo contra esta red de mafiosos, investigada desde 10 años atrás por el área de Información sin ningún resultado) que no olvidemos que lo fue un mes más tarde, siendo todavía titular del JCI 5 el Juez Marlasca, y así se expuso por quien impulsó la propuesta de recompensa en la Junta de Gobierno del C.N.P. Es radicalmente falso que fuéramos recompensados por el tema del chivatazo, entre otras razones porque entonces, Septiembre de 2006, todavía no estaba plenamente esclarecido. Respecto de las otras 2 cruces rojas que me fueron concedidas, habrá que preguntar a los Ministros del Interior del PP, de 1998 y 2002, por qué lo hicieron y, cómo no, al entonces CGI. Seguramente él tendrá alguna opinión al respecto.
También se alega que proporcioné datos a la Guardia Civil. La verdad no sé cómo pude hacerlo si nunca he mantenido reunión alguna con ellos sobre este particular. Supongo que recibirían del Juzgado los mismos datos de las compañías de operadores de telefonía que nosotros hemos barajado siempre.
Gracias también a D. Baltasar, por haber mantenido la confianza en mi y en mi equipo, tras su incorporación al JCI nº 5, quizás debido a la confianza generada por tantos años de trabajo con ese juzgado, en los que la Sección que yo dirigía desarrolló investigaciones ?¿intrascendentes?? para la lucha contra ETA como la financiación de KAS, el cierre del Egin, Sumario 18/98, Herriko Tabernas, Financiación de Gestoras, Extradición de terroristas desde México, entre otras que me imagino están todavía Sub Iudice. Por cierto, no creen Vds. que es tendencioso omitir que alguna de estas cruces rojas pueden guardar relación con alguna de estas operaciones?, o es que el ?vocero? solo proporciona a los medios la información sesgada que a él le pueda interesar?. Gracias también, Señoría, por no haberme imputado a mí ni a mi equipo una vez que tuvo Vd. conocimiento del alcance, rigor, objetividad y exhaustividad de nuestra investigación y, posiblemente, de las demás, si es que las hubo, porque yo lo desconozco.
Gracias infinitas a mis compañeros, que compartieron conmigo la investigación, porque habiendo podido dejarme solo cuando se produjo la filtración (otros lo hubieran hecho sin duda), sobre todo cuando fuimos conscientes de lo que se nos venía encima, no sólo se negaron a ello sino que hicieron causa común, con riesgo evidente y a la vista está, de su futuro profesional, tan largo todavía, y de lo que es peor, de ser cuestionados en su honestidad y dignidad profesional. Hay que tener valor y entereza para hacer lo que hicisteis. Solo yo puedo valorar ese gesto en toda su extensión, ¡qué saben los demás!.
No quiero, puedo, ni debo, olvidarme de esos otros compañeros, que como resultado de esa canallada se han visto perjudicados profesionalmente y señalados públicamente, incluso recientemente, como autores también de los hechos. Me refiero especialmente al Comisario M. Risco, persona con la que yo mantenía una cordial relación, al que respeto y aprecio y que debido a este suceso se ha distanciado. Nuestra investigación determinó que Manolo no había tenido absolutamente nada que ver con la delación, siendo una víctima más de quien sí la hizo (lo mismo me procesan ahora por revelar este secreto de nuestra investigación). Alguien, interesadamente, filtró una llamada particular suya y la hizo coincidir con el chivatazo cuando no tiene nada que ver. Habría que preguntarse quién se benefició de ello. También recuerdo a Antonio, el maño, que colaboró en esa investigación junto a su equipo y, tras los sucesos, se vio abocado a cesar en la Jefatura de Sección de Información de San Sebastián y provocó su traslado y el de su esposa a Zaragoza, en contra seguramente de su voluntad. Y del Comisario NEO, quien optó finalmente por abandonar el CNP y dedicarse a otras responsabilidades. Todos ellos fueron víctimas, directa o indirectamente, en mayor o menor grado, como nosotros, de esta vileza.
Me gustaría tener razones para darle las gracias también al señor Fiscal encargado de este caso, aunque sólo fuera porque hubiera convocado al equipo investigador al menos una única vez para conocer, aclarar, explicar, matizar, analizar, etc, el contenido de todos nuestros sucesivos informes y sus conclusiones, toda vez que, como se desprende de su escrito, a su juicio todo son inferencias, a pesar de los datos objetivos e informaciones relevantes (a nuestro juicio) que hay y de las que no dice nada. Pero no las tengo.
Tampoco puedo dar las gracias al colectivo sindical del CNP, que sin conocer los datos de la investigación ha tomado claramente partido, demostrando su parcialidad manifiesta y olvidando que, entre los cinco investigadores, 4 están sindicados, erigiéndose además en protagonistas de un linchamiento público contra sus propios representados y en base a criterios falsos. Quizás piensan que los 5 investigadores, algunos con 30 años de experiencia en el área de investigación, se han vuelto locos de repente y han decidido apuntar al primero que pasaba por allí. Si es así, en verdad que tienen disculpa.
Se está cuestionando gravemente, de forma irreparable, nuestra honestidad y dignidad profesional y lo único que podemos esperar es que se levante el Secreto de las actuaciones porque, después de la que está cayendo, entendemos que es nuestro único medio de defensa ante nuestros propios compañeros, que es lo que en verdad nos interesa, porque tienen derecho a saber lo que pasó y a valorar por sí mismos los datos que nos llevaron a concluir lo que concluimos, siendo conscientes, ya entonces, de lo que ello nos podía suponer, y porque, fundamentalmente, los familiares de nuestros compañeros asesinados por ETA se lo merecen, éstos sí que se lo merecen.
D. Baltasar, supongo que está al corriente del linchamiento al que estamos siendo sometidos. Sin ánimo de invadir su independencia, nos gustaría que levante el Secreto de todas las actuaciones y que no archive la causa. No permita que quede sobre nosotros la sombra de la duda, nuestro honor y futuro profesional está en juego.
Sí es cierto: somos responsables de lo que investigamos, escribimos, concluimos y firmamos. Nada más, y nada menos.
Por último, quiero dirigirme especialmente a todos los policías que componen el CNP para invitarles a reflexionar sobre las siguientes cuestiones que les planteo:
1.- ¿Pensáis que la misma persona que propone la actuación a su Jefe de Unidad, a su Comisario General y al Juez (acompañado del Jefe de la Unidad), y que por la tarde, como quiera que ELOSUA cruza la frontera y se va a Bayona, intenta junto al Juez activar el operativo en Francia, es el mismo que unas horas antes da el chivatazo?
2.- Mi equipo de investigación escuchó, transcribió y grabó ese día la baliza del coche de ELOSUA en cuyo interior se produjo la conversación que reveló el chivatazo. ¿Alguien medianamente sensato puede de verdad creer que nosotros mismos (si fuéramos los autores del chivatazo) informáramos al Jefe de la Unidad y al CGI de los acontecimientos e incorporáramos esa transcripción y audio al Juez Marlasca?, ¿no hubiera sido mas fácil omitirla, teniendo como teníamos los medios para hacerlo?.
3.- Mi equipo de investigación controlaba el teléfono fijo del bar Faisán por el sistema tradicional. ¿Habría sido difícil para nosotros desconectar el UHER a la hora que quisiéramos, para que dejara de grabar, y trasmitirle la información a ELOSUA por el teléfono fijo, sin dejar ningún rastro?.
4.- ¿Habría sido difícil para mi y mi equipo, siendo el máximo responsable de la investigación, y controlando todos los movimientos ese día en el Faisán, poner cualquier excusa a la Autoridad Judicial y decirle que no había sido posible la actuación, abortando directamente el operativo sin necesidad de llamar a ELOSUA y colaborar de forma indigna con una Red de Financiación Terrorista que pretendíamos (y dimos muestras inequívocas de ello ese día) desarticular?. ¿Qué pensáis compañeros?.
Siempre he pensado que nuestra actuación debe ajustarse al principio de legalidad y ese principio nos obliga a guardar el Secreto de las actuaciones. Lamentablemente algunos se sirven de esta debilidad para mancillar nuestro honor y profesionalidad. También lamento haberme visto obligado a escribir esta carta, pero es de las pocas salidas que me quedan, en uso del derecho de réplica, en estricta defensa de nuestros intereses y nuestras familias y sin vulnerar el principio de legalidad.
Gracias, a casi todos.
Madrid, 15 Octubre 2009.
C.P. 165865