Unas 1.200 personas de todos los barrios protestan contra las políticas municipales, según la Guardia Urbana
Un vecino del Eixample dice que ya no puede aparcar cerca de su casa, otro del Raval agrega que su barrio está más sucio que nunca, varios cubanos denuncian que la alcaldesa Ada Colau apoya el régimen de la isla...
Unas 1.200 personas de todas las edades, barrios y condiciones, se concentraron esta tarde en la plaza Sant Jaume para denunciar que Barcelona se convirtió en una ciudad gris, sucia, triste, descuida, muy insegura, muy lejos de lo que fue no hace tanto tiempo.
“Es que me da miedo irme de casa los fines de semana, por si van y me ocupan el piso”, señaló amarga una vecina del Poble Sec. “¿Que por qué estoy aquí? –repuso muy indignada otra vecina, esta de la Barceloneta– ¿por los botellones y los borrachos que no nos dejan dormir? ¿por la invasión de bicitaxis que un día matarán a alguien?”. “Yo simplemente quiero que nos hagan caso –señaló un hombre que bajó desde El Carmel–, porque lo que pasa es que nos tienen olvidado”.
La Barcelona descontenta, la gente insatisfecha y cansada dio así un muy duro toque de atención a al gobierno de la alcaldesa Colau, quiso exigir de esta manera al ejecutivo municipal que tome otro rumbo, que no escuche únicamente a quienes les dan la razón, que gobierne para todos, para toda la ciudadanía. “Prou, prou, prou”, gritaron todos una y otra vez.
Algunos nunca soportaron a Colau. Reconocieron que ya le tenían ojeriza antes de que fuera proclamada alcaldesa. Pero otros, algunos, incluso la votaron, le dieron una confianza que ya se agotó. También vinieron independentistas, y también vinieron unionistas... Y el ambiente fue muy festivo, sazonado de indignación, hartura y enfado, pero principalmente festivo.
Un centenar de entidades ciudadanas tremendamente dispares, la Barcelona imparable –así se hacen llamar– impulsó esta protesta. Además, según la organización, unas 10.000 personas se sumaron a su manifiesto durante estas últimas semanas. En realidad todo esto se montó en un tiempo récord, en muy poco. En el listado se encuentran asociaciones de comerciantes, federaciones deportivas, entidades vecinales... La base de este movimiento es tan amplia y multicolorida que en los últimos días algunas se descolgaron de la convocatoria simplemente porque no les gustaban algunos nombres de la lista.
Ahora resta comprobar cómo se desarrolla este descontento en verdad tan variado, con tantas caras y sensibilidades ¿podrá articularse cómo algo más que una protesta? Estamos a poco más de un año y medio de las próximas elecciones municipales.
Habrá que pagarles un pase premium al hilo de derroiciones a todos estos Barceloneses descontentos.