Un recién nacido de 10 días ha fallecido tras un centrifugado en la lavadora. Su madre lo metió dentro de la máquina junto con un montón de ropa sin darse cuenta. El bebé, Maggie May, pasó 40 minutos en la lavadora hasta que fue descubierto. Ha ocurrido en Bartlesville, Oklahoma.
Un familiar que acudió a visitar a la madre, Lyndsey Fiddler, encontró a la mujer desmayada y al bebé desaparecido. Escuchó un extraño ruido en la lavadora y cuando la abrió descubrió el cuerpo arrugado de Maggie.
La madre desesperada llamó a emergencias para decir que su hija estaba muerto, según informa el Daily Mail.
La policía ha acusado a la madre de homicidio en segundo grado además de ser arrestada por tenencia de drogas. Un veterano agente encargado del caso declaró que este es "el crimen más horrible que nuca había visto".
La investigación ha revelado que el bebé pasó un primer ciclo completo de la lavadora.
La familia de la madre, que ya tenía otros dos niños, estaba preocupada por como haría frente a la llegada de su nuevo bebé, ya que conocían su relación con las drogas. De hecho, Lyndsey, de 26 años, había sido arrestada en su cuarto mes de gestación por consumo de drogas. EBP
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