Qué tal.
Facebook, Tuenti, el móvil, Internet, el ejercicio, la comida, los videojuegos, el tabaco, el alcohol, la cocaína, el éxtasis, la marihuana....
Hay muchas cosas que pueden producir adicción. Resulta absurdo, incuestionable renunciar a muchas de estas que digo por su potencial adictivo, ya que en su justa medida son placenteras; y en caso de ser ilegales, se abre un mercado negro.
Quizás lo que deberíamos definir es esa línea que separa lo que podemos legalizar de lo que no, es decir, a partir de qué punto cierta sustancia (o actividad) conlleva más contras que pros. Para unos esta línea no existirá (o todo legal o casi todo ilegal) y para la mayoría esa línea estará en medio, con matices.
Ésa es la clave del debate de la legalización de la marihuana.
A partir de ahí, y si somos una sociedad seria, este debate debería hacerse con personas que conozcan bien la marihuana y sus efectos. Eso no es así. De hecho muchos detractores ni la han probado, así que con poca idea van a hablar.
Yo plantearía un debate con pros y contras bien definidos.
Por ejemplo, los efectos nocivos: ¿Qué efectos nocivos se han demostrado del uso de la marihuana? investigaciones tal y tal, publicadas en tal revista científica. ¿Evolución en aspectos biológicos, psicológicos y sociales de personas que comienzan a consumir? ¿Efectos beneficiosos?
impacto social: ¿Aumentaría el consumo? estudio sobre una muestra representativa. ¿Impacto en la economía? previsiones de turismo, apertura de locales "coffee shops", descenso de economía sumergida, impuestos, pérdida de productividad, Innovación y competitividad (lo que más asusta) ¿Conflicto de valores? otra vez estudio sobre una muestra representativa.
Ahora sí, con los datos en la mano, con una idea bastante clara del asunto, nos sentamos a hablar (y hablo de los políticos o de la sociedad). Debates basados en opiniones poco fundamentadas, ideologías, creencias u oportunismo no llevan a nada. La idea de debatir es llegar a un acuerdo, y para ello hace falta tener información, además de ser hasta cierto punto flexible.
En fin, todos sabemos que esto no se va a hacer, que una panda de desinformados que en su vida se habrán fumado un porro va a votar que no. Lo que me jode, como persona, es que no se debata como es debido. Yo estaría en contra de la legalización, pero podría pasar con que se legalizase su consumo en determinados locales (donde también se venda).
Un saludo