-Toda su vida se ha atrevido a ir más allá de la lástima.
-¿Hasta la repugnancia?
-En realidad, más allá. Hasta el lugar en que la lástima y la repugnancia se encuentran, y pasan a ser... la lastimancia.
Si me permitís una consideración, es esta: esta tía lo que provoca es... Lastimancia.