El área cultural del Ayuntamiento de Madrid, con Manuela Carmena a la cabeza, vuelve a ponerse en cuestión con la cesión del centro Eduardo Úrculo, en Tetuán (donde tuvo lugar ‘La bruja y don Cristóbal’), para una exposición centrada en la vagina llamada ‘GenitArte’.
La muestra, que quería “visibilizar las actitudes que la sociedad actual mantiene en torno a los órganos sexuales femeninos como secretos e impúdicos” con pinturas y esculturas, ha cerrado antes de tiempo ante las protestas de decenas de padres de menores.
La Junta de Distrito, que preside Monserrat Galcerán, aprobó que se instalara en el hall, donde podían ver las ‘obras’ los curiosos que lo desearan, pero también aquellos que sólo estaban de paso para acudir a un taller o a la biblioteca para estudiar.
De nuevo Mayer y Galcerán
De hecho, hace unos días, niños del barrio fueron a ver una obra infantil titulada ‘El ratón de La Mancha’. Para acceder a la representación tuvieron que atravesar, según los organizadores, “chochos, coños, pollas y trancas llenas de placer, rebosantes de colores”.
Celia Mayer sigue en el cargo tras la polvareda de los titiriteros proetarras y en aquella ocasión Galcerán también tuvo mucho que ver. Una vez más, como también ocurrió en la cabalgata de los Reyes Magos, los más pequeños son los principales perjudicados.
Madrid no es excepción esta semana en estas lides. Este martes, Ada Colau fue noticia por el ‘padrenuestro sexual’ (“madre nuestra que estáis en el celo, sea santificado vuestro coño…”) que protagonizó la entrega de los premios Ciudad de Barcelona.
Pues nada, otro escándalo de Podemos. Parece que ya no vale con ser amiguete de los okupas, ahora tenemos que aguantar que destruyan la inocencia de los niños (cosa que también se hizo en Navidad y Carnaval). Y yo me pregunto, ¿hasta cuando tenemos que aguantar a esta panda de incompetentes en el Ayuntamiento?