Desde el 1 de enero de 2021 y hasta el 12 de junio de 2022, un total de 288 mujeres han denunciado en Catalunya haber sufrido abusos sexuales mientras se encontraban bajo la influencia del alcohol o de otras drogas, según datos de los Mossos d’Esquadra. De estas 288, 167 afirman que alguien les puso algo en la bebida para adormecerlas y 121 manifiestan que lo que hizo el agresor fue aprovecharse del estado de vulnerabilidad en el que se encontraban. Es la primera vez que se da una cifra concreta sobre un tema, el de la sumisión química, acerca del cual proliferan los bulos. Se trata, además, de una información policial que se basa en el relato de las víctimas, no en los resultados clínicos que prueban la existencia de tales substancias en el organismo, debido a que resulta difícil poder detectar restos en los análisis. Los Mossos, ante un verano que se prevé de plena normalidad en bares y discotecas, han presentado este lunes un plan para combatir la violencia sexual vinculada al ocio nocturno.
A lo largo de 2021, las denuncias por abusos sexuales –entre las que se incluyen los casos de sumisión química– aumentaron en Catalunya en un 18% con respecto a 2019, año que se toma de referencia porque el del 2020 presenta datos anómalos a causa del estallido de la pandemia. Las agresiones sexuales, que se distinguen de los abusos porque el agresor usa la violencia o la intimidación contra la víctima, crecieron en un 6,5%. En cifras más globales, las denuncias por violencia sexual, que abarcan todas las tipologías delictivas que atañen a la libertad sexual de la víctima, han crecido en un 65% durante la última década. Un aumento que no necesariamente debe leerse en clave negativa dado que la cifra negra que persigue a este tipo de delitos es muy alta: entre un 70% y un 90% de las mujeres nunca llegan a denunciar a su agresor.
El conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha asegurado que ocho de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia sexual y que un 12% de las mujeres catalanas afirman haber sufrido agresiones sexuales. Más datos sobre el problema que, para Elena, requerían un posicionamiento del Govern ante esta problemática que ahora la tratará como lo hace con la amenaza terrorista: con dispositivos de patrullaje preventivo y con un gabinete que periódicamente revisará su evolución.
RPV: me han echado droga en el colacao.