Tenemos la versión que emocionó a Spielberg:
Y luego tenemos la otra versión, en la que hablan los afectados y el dueño del Bar:
¿Catalanofobia o agresión a una familia en un restaurante gijonés?
La versión del restaurante es diametralmente opuesta. Según el hostelero José Luis Camacho, una familia -«padre, madre, dos hijos de veitipico o treintaypico y una cuñada, el chico trabajando en Vic» -conversaba sobre las elecciones en Cataluña cuando la joven catalana «empezó a decir que estaban insultando al pueblo catalán». Uno de los chicos «se dio la vuelta« y le respondió «en buen tono que era una conversación privada, sin más». En ese momento, según Camacho, «la otra se levanta, coge una copa de vino y los baña en vino, mancha dos paredes, los manteles, la carta y a los dos chavales». Cuando uno de ellos se levantó para preguntar por su acción a la joven, su acompañante se levantó en actitud agresiva, por lo que -cuenta el hostelero- se puso «enmedio» para evitar que el altercado fuese a más. Los vecinos de mesa de la joven decidieron llamar a la policía «y en ese momento ella empieza a llamarles fascistas y marchan sin pagar, sin decir ni prepárame la nota».
«Estaban con el primer plato y una botella de vino del Penedés que habían pedido, y tenían la comanda hecha con dos platos más. Pero lo de la comida es lo de menos. Lo que cuenta es que yo estoy en mi casa, mi restaurante, alguien me insulta a los comensales, me mancha las paredes, las cartas y todavía es una víctima…», defiende José Luis Camacho, quien asegura que «en 17 años en el restaurante jamás había vivido nada igual».
Mientras tanto, la controversia sigue en las redes, con muestras de indignación o de solidaridad de otros catalanes o desde Asturias a la joven y supuestos testimonios de testigos que José Luis Camacho no identifica como presentes en el pequeño restaurante que regenta en el momento del altercado. El propio hostelero ha respondido por extenso el post de Alba Luna con su versión de los hechos. Alba Luna ha admitido en un comentario posterior de su post en Facebook haber tirado la copa de vino, pero -asegura- «para defenderme de las agresiones fue lo primero que encontré a mano» «A mi marido le rompieron toda la camisa y tiene erosiones por todo el cuello», añade.
Actualizo:
El periódico del Régimen Independentista Catalán, manipulando, como no podría ser de otra manera:
Una chica denuncia "agresiones" de la policia española en Gijón por ser catalana
Acabo de ver en la página web del restaurante la contestación que le da el Jefe del restaurente a esta sinverguenza: