#96 ¡Ahí está! No tiene nada de racional por encima de lo sentimental...
¡Pero es que el ser humano no puede ser reducido a lo racional! Lo racional (=lo material) rinde cuentas a nuestro cerebro reptiliano, es lo que nos configura como un animal más en la clasificación taxonómica, como seres vivos: nos pide comida, sexo, dormir, agua, defecar...
Pero es que después hemos evolucionado y por encima tenemos un sistema límbico que nos permite desarrollar emociones, y aún por encima, un neocórtex que nos distingue del resto de especies del planeta.
No hay algo racional, amigo mío. Sólo dialéctica y puntos de entendimiento común. Para ti, "A" es lo más lógico, evidente y funcional del mundo, pero para mí será "B", y para otro "C", y así hasta el infinito. Yo no veo ninguna ventaja a tu sistema sobre el mío, por ejemplo. Mi sistema es el que ha hecho que llegásemos hasta aquí, a tener este ordenador y el suficiente nivel cultural como para mantener esta conversación, y esto demuestra que es un sistema que funciona. Imperfecto, sin duda, pero va funcionando.
¿Y sabes por qué? Por esos puntos de entendimiento común. Porque las democracias liberales occidentales son las que han encontrado, por primera vez en la historia de la humanidad, un equilibrio entre el individualismo extremo y el colectivismo extremo que más o menos todo el mundo ratifica y que va permitiendo el progreso.
Y en este sistema hay fallos por todos lados, pero quizá la solución no sea arrasar con todo y darle la vuelta. Quizá lo mejor sea la paciencia y seguir poniendo ladrillos en este edificio, poco a poco, para seguir mejorando nuestra calidad de vida como llevamos haciendo desde hace unos pocos siglos.
El sistema educativo, como dices, es uno de esos fallos. Funciona, pero mal. Habría que quitar carga teórica y meter más práctica, más trabajo en equipo y más cosas que potencien la creatividad y la imaginación de los chavales, que les dejen ser ellos mismos sin cadenas de ningún tipo y sólo controlando lo que pueda hacer daño a otro.
Mi argumentación es sentimental, pero la tuya también. Somos ideas y sentimientos.