La revelación de un medio venezolano sobre el robo de cientos de miles de dólares destinados a la ayuda humanitaria, y que presuntamente fueron desviados para financiar la vida de opulencia de dos de los enviados del presidente interino, Juan Guaidó, en Colombia, están haciendo tambalear los apoyos internacionales del hombre que aspira a desalojar a Nicolás Maduro del poder.
Según una investigación del periódico digital Panam Post, Rossana Barrera y Kevin Rojas, dos de los representantes de Guaidó en Colombia, y que estaban al frente de la atención a los emigrantes venezolanos en ese país, usaron para su propio beneficio miles de dólares de las ayudas que gestionó la oposición para paliar la severa crisis humanitaria que atraviesa el país sudamericano.
Sobreprecios en facturas de hoteles, gastos no relacionados, alquileres innecesarios de vehículos y hasta inflados gastos en costosos restaurantes forman parte del desvío de los fondos que en Venezuela millones de personas esperan para mitigar el hambre y otras consecuencias de la crisis.
El primero en reaccionar ante estas actuaciones ha sido el Gobierno del presidente colombiano Iván Duque, contrariado por los desatinos diplomáticos y la falta de tacto del equipo de Guaidó, según la publicación del Panam Post. De acuerdo a la información, la Administración de Duque ha llegado a preguntarse qué entiende el Gobierno de Guaidó por "aliado".
En Colombia también se preguntan por qué Guaidó mantuvo en secreto las reuniones entre el régimen de Maduro y la oposición en Noruega, y cómo es que se cruzó de brazos ante las múltiples denuncias que le llegaban sobre las irregularidades que cometían en Cúcuta Barrera y Rojas, incluidas las de la inteligencia neogranadina.
Otra personalidad que dejó en claro su rechazo y evitó las solidaridades automáticas propias de América Latina fue el secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien pidió una "investigación esclarecedora" y establecer responsabilidades, en una clara demostración de las reservas que ahora guarda con los opositores venezolanos.
Finalmente las denuncias provocaron la reacción de Guaidó, pero tan lenta que no evitó el desvío de parte del dinero de las ayudas. "Ante denuncias, pido al Embajador Humberto Calderón Berti solicitar formalmente a organismos de inteligencia colombiana la investigación necesaria. ¡Transparencia ante todo!", dijo en Twitter quien proclamó una presidencia interina en enero pasado que es reconocida por una cincuentena de países.
Las próximas acciones de Guaidó en el caso serán vitales para evitar que siga perdiendo apoyos no solo externos, sino internos, donde el ejército mediático del chavismo ya lanza toda su artillería y las redes posicionan la etiqueta #GuaidóLadrón.
Bueno, parece que se van cayendo las caretas.