El auge de servicios como Skype y Whatsapp preocupa cada vez más a las operadoras de telecomunicaciones tradicionales, cuyos ingresos flojean cada vez más por la debilidad de la economía en España. Para hacer frente a los desequilibros del nuevo escenario, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), junto con el resto de reguladores europeos del sector, han comenzado a plantearse la regulación de algunos de estos servicios.
Esta mañana, el presidente de la CMT, Bernardo Lorenzo, ha afirmado que es evidente y razonable el malestar de las operadoras por esta "regulación asimétrica" y ha señalado que, si bien no se puede aspirar a un control estricto, sí se pueden tomar en cuenta algunos aspectos de los conocidos como servicios ‘over the top’, como voz sobre IP (Skype), mensajería (Whatsapp) y contenidos audiovisuales.
Lorenzo ha indicado, no obstante, que desde el punto de vista regulatorio, estas medidas “están aún en los primeros balbuceos”, y las discusiones al respecto no han hecho más que empezar.
Las operadoras están experimentando una creciente preocupación por la “canibalización” de sus servicios por parte de estas nuevas aplicaciones. En los últimos meses, por citar algún ejemplo, el Whatsapp se ha implantado como sustituto del tradicional mensaje de texto móvil, uno de las mayores fuentes de ingresos de las operadoras. Según el portal Security by Default, este servicio de mensajería ya cuenta en España con más de 10 millones de usuarios, es decir, clientes que han dejado de enviar SMS a través de las redes de las 'telecos' y que, por tanto, no facturan.
Para hacer frente a esta nueva situación. Las principales compañías en España, Telefónica, Vodafone y Orange, junto con otras internacionales y siguiendo una propuesta de la GSMA, han puesto en marcha recientemente su propio servicio de mensajería independiente de la red: Joyn.
Algo parecido, aunque con menor intensidad, sucede en los servicios de VoIP. Aunque las 'telecos' tradicionales aglutinaron 300.000 millones de minutos en llamadas telefónicas internacionales, y los servicios en red, 145.000 millones, los expertos anticipan un vuelco total en las cifras. De hecho, el tráfico global de llamadas por Internet aumentó el año pasado un 8,%, casi el doble que el registrado por las operadoras, según la firma Telegeography.
Para luchar contra la realidad que convierte los teléfonos en prescindibles, las grandes empresas de la telecomunicación han comenzado a buscar sus propias plataformas de voz sobre IP; un ejemplo es Telefónica, que a finales de 2009 adquirió la empresa de VoIP israelí Jajah, con el fin de incorporar este servicio a su cartera de productos.
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Que pena que nos cobren una burrada por tarifa de datos, porque sino la hostia hubiera sido mas grande