Ignora esa voz y sino puedes, rebelate contra ella. Haciendole caso no vas a sacar nada en bueno.
No trates de callarla, deja que se exprese y no la juzgues, no debatas, simplemente deja que diga todo lo que tenga que decir y cuando haya terminado pon toda tu consciencia en otra cosa, en alguna tarea que te haga implicarte mentalmente al 100% o lo más cercano a esto.
Repite esta acción cuantas veces haga falta.