ya la tienes afilando los puñales de por vida...
Mejor. Así no te invitará a la siguiente. Si luego deja que eso le afecte a su relación profesional contigo el problema es de ella.
En cualquier caso siempre se puede agradecer la invitación y acto seguido explicar de forma amable que a uno no le gustan los eventos sociales con gente del trabajo fuera del horario de trabajo y que prefieres descansar en casa o hacer planes con tu círculo de amigos personal. Como guinda siempre funciona ofrecer como alternativa un desayuno "especial" en la oficina (llevar bollos o ir a otra cafetería) o tomar una cañita en el bar de abajo el viernes saliendo un poquito antes del curro.