#90 En los pueblos todo el mundo se conoce. Y mejor decir que fue el lobo y que pague la consejería a que pierda una oveja/vaca el vecino o el amigo que le paga los vinos y con el que juega a las cartas. Por no decir ya cuando el guarda es el propietario del ganado.
Se pagan indemnizaciones en zonas en las que no hay presencia de lobos.
Pagan indemnizaciones sin que nadie perite el ataque en muchas ocasiones.
El guarda llega y mira, el lobo ha matado. Nadie lo comprueba. Como digo, guardas y pastores conviven en su día a día y mejor llevarse bien con ellos, que ser el hijo de puta del pueblo que va a joder a sus vecinos.
Luego los pastores y sus familias también votan. No interesa poner muchas trabas desde el Principado a la hora de cobrar.
También tenemos a los que cobran del seguro y después reclaman a la consejería para cobrar dos veces.
O los ya jubilados que ponen ganado a nombre de familiares para cobrar subvenciones cuando son ellos los que siguen con la explotación ganadera.
El SEPRONA lo que hace es perseguir de aquella manera este tipo de fraudes. Más para quedar bien cara a la galería y así tratar de tener contentos a los ecologistas también. Porque el fraude es obvio y de hecho hay muchísimos imputados. Pero aquí no pasa nada y la cosa sigue igual.
A si hay plataformas y biólogos/investigadores/comoloquierasllamar que se dedican a ello exclusivamente, tiene que ser una escabechina para que los del agroseguro envíen a alguien o certifiquen en laboratorio la autoría del ataque. Por lo general, el guarda es el encargado de estas cosas.
Al menos es lo que yo he visto y lo que me ha dicho más de un amigo ganadero. Ellos guardan su ganado por las noches y los tienen en fincas privadas porque en la zona que les correspondería de monte los pastos son bastante pobres, pero te lo dicen sin cortarse ni un pelo que los pastores en esos casos llaman al guarda y listo. Se haya despeñado, muerto por causa natural o presa del ataque de perros salvajes (que no hay pocos precisamente).
Y no te escandalices con lo de los guardas forestales. Muchos de ellos fueron furtivos antes que guardas, y algunos de ellos siguen siéndolo.