Compra un bote de Nesquik en un súper y descubre dentro un cuarto de kilo de cocaína
El cliente se extrañó al ver que el envase parecía abierto y se llevó una gran sorpresa al descubrir el contenido. La Policía investiga quién metió la droga y descarta que llegara así de fábrica.
Los traficantes acostumbran a camuflar la droga de las maneras más sorprendentes e insospechadas. Cualquier apariencia es buena si logra burlar los rigurosos controles policiales. De hecho, con frecuencia, a los puertos españoles y polígonos industriales de las ciudades del interior llegan cargamentos de piñas, cocos, plátanos, muebles, ladrillos, cuadros o incluso artículos de santería que no son tales, sino meros contenedores de cocaína.
Sin llegar a tal sofisticación de medios, a un camello de Zaragoza no se le ocurrió mejor modo de ocultar su mercancía para pasársela disimuladamente al comprador que meterla en una caja grande de Nesquik de un supermercado y volver a colocarla con el resto. Con lo que no contó el ocurrente traficante es que pasara lo más previsible. Es decir, que un comprador cualquiera del establecimiento la cogiera tomándola por un bote normal y corriente y se lo llevara a su casa.
Así le sucedió a un zaragozano durante las pasadas fiestas de Navidad. El cliente del supermercado hizo su compra como siempre y en su lista figuraba una caja de cacao de la marca Nesquik. Cuando la cogió, nada le llamó la atención, pero al llegar a su domicilio y observarla detenidamente, le extrañó que el precinto no estuviera del todo cerrado. Decidió abrirla y, al comprobar su interior, no podía dar crédito a lo que había dentro. Entre el polvo de cacao asomaba un sospechoso paquete con otro tipo de polvo, de color blanco. Sin pensárselo dos veces y para evitar problemas, este zaragozano cogió tanto el bote de Nesquik como el recibo de la compra del supermercado y se fue directamente a la comisaría más cercana.
Buscan huellas y grabaciones
Como había sospechado, la sorpresa que ocultaba la caja no era otra que cerca de 250 gramos de cocaína, cuya pureza habrá que analizar ahora. En cualquier caso, se calcula que el alijo tendría un valor cercano a los 13.000 euros. La Policía Nacional, tras recoger el paquete, abrió una investigación para averiguar tanto su procedencia como el destinatario. Para ello, entre otras diligencias, envió el bote de Nesquik y la bolsa con la droga al laboratorio de la Policía Científica para extraer todas las huellas dactilares posibles. Además, está analizando las cámaras de seguridad del supermercado para comprobar los movimientos que se produjeron en torno a la estantería de los botes de cacao en polvo tanto en esa mañana como en el día anterior.
Lo que los agentes parecen tener claro es que la caja no llegó así al supermercado desde la fábrica, sino que alguien la manipuló posteriormente con la clara intención de traficar con la droga sin levantar sospechas. En cualquier caso, hasta la fecha no se ha producido ninguna detención por estos hechos.