Si se hacen suavemente, resultan placenteras, pero cuando duran demasiado tiempo o su intensidad es excesiva, pueden ser mucho más que molestas; por eso, las cosquillas son tanto un clásico del jugueteo y el ligue como un elemento de tortura. En realidad, las cosquillas constituyen una reacción de autodefensa del organismo, es decir, un instinto primitivo que obliga a reaccionar al cuerpo ante situaciones de peligro como, por ejemplo, prevenir los ataques ponzoñozos de una araña o un escorpión que camina sobre la piel.
La señal producida por la estimulación de los receptores táctiles de la dermis viaja hasta dos regiones cerebrales: la corteza somatosensorial, que procesa el tacto; y la corteza cingulada anterior, que gestiona la información agradable. Las neuronas de estas áreas desencadenan una respuesta inmediata en forma de bruscos movimientos corporales y una risa nerviosa difícil de controlar. Si estas reacciones interfieren en la regulación de los músculos involuntarios que controlan la respiración, pueden causar espasmos e incluso asfixia. La situación de estrés que produce el cosquilleo también puede ocasionar un fallo cardíaco, eso sí, siempre y cuando la persona parezca alguna dolencia en el corazón. Ambos casos son muy extraños en la literatura médica y lo normal es que las consecuencias más nefastas de unas cosquillas no pasen del enfado de la víctima mientras se retuerce de risa.
Los casos documentados de tortura/muerte por cosquillas:
1.- Un libro que narra sucesos policiales de la época Victoriana cuenta como un hombre volvió loca a su mujer haciéndole cosquillas. El hombre la engañó para atarla a una palangana y se pasó horas y horas haciéndole cosquillas en los pies hasta volverla, literalmente, loca.
2.- En 1903 , el New York Times narraba como un paciente con tendencias suicidas fue atado a una cama y torturado con cosquillas, entre otras cosas, por uno de los cuidadores.
3.- En 1887 David Ker, del New York Times, narra que se habían acabado los tiempos en los que a aquellos que delinquían se les sujetaban los pies con un pesado yugo de madera, y los críos les quitaban los zapatos y hacían cosquillas en los pies.
Y por último, para #7, :
4.- En 1872, un artículo del New York Times comentaba que durante la guerra entre Rusia y Turquía, a los prisioneros se les torturaba con bastinados, y como consecuencia había gente que moría con solo hacerles cosquillas en los pies con una pluma.
Es posible morir de cosquillas en los pies (aunque sea por tortura anterior) XD