Que yo haya hecho:
A ver si no me sale muy tocho.
Habré hecho muchos favores porque soy así de servicial con la gente, especialmente dentro del ambiente del barrio donde me encontraba, la gente no tenía mucho dinero y así le reparaba el pc gratis o por una cerveza, etc, total era el informático del barrio, quien podía me pagaba pero usualmente no cobraba, aún así sacaba bastante a diario como para no tocar el sueldo.
Uno de los que no se me va a olvidar, lo hice porque sé lo que es pasar esa situación, no tener comida y no tener idea de cuando te llevarás algo al estómago.
Mucha gente no entiende lo que es pasar hambre de verdad, sobretodo siendo niño-casi adolescente y sin poder hacer nada por tí mismo, vas a dormir intentando olvidar que tienes hambre, sabes que tu madre aún le faltan muchos días para cobrar la miserable pensión por superviviente, y que hasta entonces no podrás comer.
Si te traen un pan, te atragantas del pan con mucha agua para resistir el resto de días, agua agua y agua, no poder estar muchas horas al sol porque te desmayas, etc,
Te levantas un día y dices, si no hago algo pues aquí me quedo tieso, así que salí a ganarne la vida cuando aún me faltaba muchísimo para poder tener edad para trabajar, ya con 15 años estaba alineando balanceando y cambiando neumáticos en un taller, y antes de eso en supermercados guardando la compra y llevándosela a quien no podía cargar con las bolsas, sólo por mencionar algunos de esos trabajos.
En fin, justo cumplo 18 y empiezo a trabajar en buena empresa, sin estudios finalizados ni nada, o trabajaba o me moría de hambre, nadie iba a hacer nada por mí (excepto aquellos amigos del barrio que me llevaron comida porque lo estaba pasando realmente mal, fue un ciclo repetitivo de mi vida)
Al grano, empecé a cobrar buen dinero, pude finalizar (Por fin) mis estudios pagados de mi bolsillo, empecé a crecer económicamente pero seguía viviendo en el barrio.
De otro barrio un gran amigo que estaba pasando por una situación muy jodida, él, su hermano y su madre no tenían nada para comer.
Y sin luz al final del túnel.
Un día salí temprano de trabajar, me fuí al supermercado hice una compra por todo lo alto, metí todo en un saco gigante y unas cuantas bolsas y me fuí hasta la puerta de su casa que no era precisamente cerca.
Recuerdo que cuando él abrió la puerta y me ve con las bolsas me dice "No puede ser"...
Se echa a llorar, su madre me abraza, y me ayudan a pasar las cosas...
Final, nos quedamos todo el fin de semana comiendo y jugando a la play.
Luego él se recuperó de esa situación pero de vez en cuando él mismo me recordaba aquella anécdota, como algo que le cambió la vida.
Que me hayan hecho:
Que me sacaran de donde estaba, no estaba mal tampoco, pero uno no amplía sus perspectivas hasta que ves el horizonte que no podías ver..