Ya ha pasado un tiempo prudencial que reafirme el "lo hemos dejado" y lo aleje del simple "tenemos problemas". Has sufrido, has llorado, has pasado noches en vela buscando el motivo por el cual no continua esa relación que tu considerabas buena. Un simple "necesito pensar, necesito tiempo, estoy confundida" ha sido suficiente para dar carpetazo a ese periodo de tu vida.
Sabes que es una excusa, que no hay confusión, tiene muy claro lo que quiere, pero no se atreve a decirtelo.
Da igual, lo dejas atrás. Sales, te diviertes, retomas viejas aficiones, crees que, verdaderamente, lo has superado.
Pero llega esa noche, quedas con los amigos, cena, copas, risas. Todo va bien. Vas al lugar de siempre; hay buen ambiente.
Y la ves.
Y toda esa barrera de seguridad que habías creado a tu alrededor se derrumba. Te das cuenta de que, a pesar de todo el daño recibido, la sigues queriendo.
Te pregunta "¿Cómo estás?" Bien, por supuesto, no puedes mostrar ni un atisbo de debilidad. Le devuelves la pregunta y te contesta lo mismo. Pero notas que en su respuesta hay sinceridad. Está bien, lo ha superado.
Te sientes como una mierda. Da igual que el local esté lleno de chicas, no puedes, no quieres intentar nada con ninguna. Solo piensas en ella.
Tus amigos tratan de ayudarte, te alejan de ella, te animan a atacar a otras chicas. Lo hacen de buena fe, pero no es suficiente. Este es un dolor que te tienes que comer tú solo.
Quieres recuperar el tiempo pasado, el momento en que eras feliz con ella y que no sabes en que momento perdiste.
Se sincera, joder, dime la verdad, aunque me haga más daño. Me ayudará a cerrar esta parte de mi vida y me permitirá avanzar hacía un futuro que me haga feliz. No seas egoista.