Cuando la luz de la luna cae sobre mi lecho,, Sé que en tu lugar de descanso,, Desde las amplias aguas del oeste,, Llega una gloria trepando los muros:, , El mármol brillante aparece en la oscuridad,, Arrastrándose lentamente sobre la plateada llama, Que recorre las letras de tu nombre,, Y el número de tus años., , La mística gloria nada en la distancia;, Fuera de mi lecho la luz de la luna muere;, Y cerrando los párpados de agotados ojos,, Duermo hasta que se diluya el crepúsculo:, , Y entonces sé que la niebla ha cubierto, Con su lúcido velo todas las costas,, Y en una iglesia oscura como un fantasma, El destello de tu lápida reposa hasta el alba. . .