#738 La foto es la clave de la entrevista. Un tío castizo, como ese yerno perfecto que le va a los suegros con unos buñuelos el domingo, y con el cual se pueden tomar unas cervezas. Tomando jamón serrano en un barrio típico. Un tío moderno, además, con una mentalidad de izquierdas moderada, pero a la vez un intelectual que no se deja llevar por sus amigos radicales.
P ¿Está cansado de algo?
R Sí. El otro día en Madrid. Me crucé con un señor que se me quedó mirando. Iba con sus hijos. Se me acerca y dice: "¡Viva España!". Y yo: "Pues claro que viva, pero quién se ha pensado que soy yo". Y el hombre: "Ah, muy bien". Me dejó preocupado. ¿Qué está pasando para que un ciudadano español se cruce con otro y le diga "viva España" como si eso fuera una línea de demarcación entre unos y otros? Como si él fuera más español que yo. Y que se sorprendiera de mi respuesta. ¿Pero qué se pensaba?, ¿que le iba a gritar viva Islandia? Una fuerza progresista que no puede reivindicar la identidad nacional tiende pocas posibilidades de transformar el país y, por consiguiente, de ser útil. A mí me emocionan mucho los pueblos que se emocionan con su bandera.