Cuatro años de cárcel para una auxiliar de guardería de Gironella por maltratar a dos niños de un año
Esther S. B. ha sido condenada también a inhabilitación especial y a pagar una indemnización de 90.000 euros a las familias de los menores.
El Juzgado de lo Penal número 1 de Manresa ha condenado a cuatro años de prisión a la auxiliar de guardería de Gironella acusada de maltrato de dos niños de un año. La jueza atribuye a Esther S.B. dos delitos contra la integridad moral con el agravante de abuso de superioridad. Además de la pena de prisión, también le impone la inhabilitación especial para el ejercicio de su profesión como técnica de educación infantil durante el tiempo que dure la condena. También deberá pagar una indemnización de 90.000 euros a las familias de los dos niños. Por otra parte, la sentencia también condena a otra trabajadora de la escuela de Gironella, Montserrat G.C. a 11 meses de prisión como cómplice de dos delitos contra la integridad moral.
La sentencia, a la que ha tenido acceso ACN, considera probado que Esther S.B. trabajaba en la Escuela Anunciata de Gironella como auxiliar de guardería encargada de un grupo de alumnos de un año. Según recoge la sentencia, sobre las dos de la tarde del día 14 de noviembre de 2011, la acusada "tiró al suelo a un menor de un año de edad de forma violenta en posición hacia arriba y le inmovilizó los brazos y las piernas obligándolo a tragar la comida ".
El texto de la sentencia también recoge que el día 18 de noviembre de 2011 la condenada agarró otro niño de un año y lo introdujo en un saco de dormir en la posición inversa a la habitual, con la cabeza en el lugar de los pies y "a continuación lo inmovilizó en el interior del saco". La jueza concluye que estos hechos fueron presenciados por otra trabajadora del centro, Montserrat G.C., que "no adoptó ninguna decisión para evitar el comportamiento de su compañera".
IMÁGENES GRABADAS
La juez también ha condenado a Esther S.B. a indemnizar en concepto de responsabilidad civil a las dos familias de los niños. De esta manera, le impone una condena de 10.000 euros por cada uno de los padres y de 25.000 euros para cada niño por los daños morales y psicológicos que los ocasionó.
La defensa de Esther S.B. intentó durante el juicio, que se celebró el pasado 16 de marzo en Manresa, que invalidaran las imágenes que se grabaron de ella con una cámara que la dirección del centro había colocado en su aula, pero la jueza lo desestimó. De hecho, durante el juicio se pudieron visionar las imágenes en las que se veían los presuntos malos tratos. La defensa pedía la absolución para su cliente al considerar que el comportamiento de Esther S.B. fue "poco adecuado", pero en ningún caso constitutivo de delito.