Dejando de lado quién es ese tío y por qué le persiguen los medios, he sentido verdadero placer al ver que el periodista recibe un buen guantazo.
Es increíble que en España, cualquier medio de comunicación pueda acosarte en absolutamente cualquier momento y situación, ya sea cuando estás paseando al perro, como tomando algo con tu familia, o lo que sea. De acuerdo que este tío en particular sea un presunto asesino, pero lo hacen con actores y demás personajes públicos todo el rato.
Entiendo la postura de ir a un programa de televisión y dar tu discurso, además de postrarte ante los periodistas para que te hagan preguntas. No critico que cobren pasta por ello; es su tiempo y lo dedican a lo que quieran. Pero no entiendo cómo se permite que, una vez el personaje ha salido de su comparecencia y se encuentra en la calle, pueda ser asaltado por uno o varios pesados con dos o tres cámaras detrás, escudándose en la libertad de la información y blablabla.
Escoria de periodismo.