Lo del presencialismo es una pandemia. Ves a jefes, que son jovencillos y que van de modernillos, y vacilan de ser más fléxibles, el escapárseles el comentario más de una vez de "Aquí a las 18:30 ya no hay nadie, qué poco compromiso", y semejantes. Se la pela que hayas entrado 2 horas antes que él, por ejemplo. Luego, algún día que me he quedado hasta tarde, los ves a partir de las 18:00 tocandose deliberadamente las pelotas hasta las 19:30. Les falta instalarse el CS macho. Parece que no quieren estar con su familia.
8 horas diarías me parece una aberración, pero sobretodo porque sólo quitando 1 hora ya es posible hacer jornada intensiva, con la explosión de vida social, felicidad y productividad que eso conlleva.
No obstante, en temas de oficina, creo que todo tiende a currar desde casa, pero echando más de 8 horas diarias.