Sandra M. se sentó este lunes en el banquillo de la Audiencia Provincial acusada de la muerte de su bebé, al que presuntamente abandonó recién nacido en su vivienda de Yecla. La joven, que en el momento de los hechos tenía 19 años, afronta una petición de pena por parte de la Fiscalía de 18 años y mes de prisión por un presunto delito de asesinato con la agravante de parentesco.
Su defensa avanzó ante el jurado popular la postura que desplegará a lo largo del juicio y que la joven previsiblemente enarbolará este martes, cuando preste declaración. Esta parte sostiene que la mujer sufrió un «síndrome de negación del embarazo» o embarazo críptico. Es decir, una gestación que pasa completamente desapercibida a ojos de la propia madre hasta que llega el mismo momento del parto.
La fiscal Eva María Torres hizo hincapié, sin embargo, en que ese síndrome de negación del embarazo no existe. «No está reconocido en ningún país del mundo», remarcó. Sostuvo que «Sandra sabía que estaba embarazada y que lo ocultó para liberarse del bebé llegado el momento». El letrado de la defensa, Pedro Javier Gómez, sin embargo, insistió en que los embarazos crípticos están ampliamente reconocidos por la sociedad y la ciencia y apuntó que, conforme a los datos facilitados por un especialista de La Arrixaca, solo el pasado año hubo seis de estos casos en la Región.
Los hechos que deberán ser estudiados por el jurado se produjeron en la madrugada del 4 de mayo de 2015. La fiscal sostiene que la acusada, tras haber ocultado su embarazo a su entorno, se puso de parto en uno de los cuartos de baño de la casa que compartía con sus padres, en Yecla. La adolescente, sin que conste que fuera atendida durante el alumbramiento, dio a luz a una niña sana y sin malformaciones.
Tras el parto, en torno a las cuatro de la madrugada, la joven cortó el cordón umbilical con unas tijeras. El Ministerio Público asegura que, «a pesar de ser conocedora de que la bebé estaba viva», la envolvió en una toalla, dejándola arrinconada en una esquina del cuarto de baño. De esta manera, subraya, le originó un cuadro de asfixia que acabó costándole la vida en torno a las ocho de la mañana.
Unas fotos en bikini
La defensa sostiene que la joven desconocía que se encontraba embarazada y remarcó que unas semanas antes de dar a luz participó en una carrera popular y «no tenía ni un gramo de grasa». Explicó que, en el transcurso de la vista, enseñarán al jurado unas fotografías de la procesada en bikini para demostrar que en aquel momento su cuerpo no mostró ninguna señal que apuntase a un estado de gestación. «Apenas subió de peso», incidió el letrado.
El letrado de la defensa afirma que la joven, una vez que dio a luz, intentó, «desangrada y en 'shock'», salvar la vida de la niña
Esta parte explicó al jurado que la joven llegó a acudir al médico cuando hacía unas semanas que se había quedado embarazada al sentir naúseas y mareos. La facultativa, aseguró, le diagnosticó una gastroenteritis. El letrado hizo hincapié, además, en que la joven siempre ha tenido periodos irregulares, por lo que la falta de regla no la llevó, según su versión, a ponerse en alerta. Defendió, asimismo, que, tras el parto, «desangrada y en shock», trató de salvar la vida de la niña.
La representante del Ministerio Público, por su parte, sostuvo que dejó abandonada a la recién nacida sabiendo que no tendría oportunidad de vivir. «Es así de fácil matar a un bebé», subrayó. «Basta con no hacer nada».